El camino en Primera Andaluza para el Chipiona CF estaba siendo tortuoso hasta el momento. La ilusión por la vuelta a esta competición se terminó esfumando para dar paso al pesimismo ante los fracasos deportivos continuados. Tan solo un empate ante el Jerez Industrial había rascado hasta el momento el equipo dirigido por Álvaro Zarazaga que, después, entraría en un bucle de derrotas sin aparente final. Un pozo oscuro del que no parecía que podría ver alguna vez la luz final, aunque ahora el enorme empeño puesto por los futbolistas azules ha encontrado premio: un empate meritorio por 1-1 ante uno de los rivales más complicados de la categoría como es el Puerto Real CF con el que, al final, ha comenzado a ver los primeros resquicios de luz.
Aun así, el partido no pintó bien al principio para el Chipiona CF. Rubén Fernández adelantó a los visitantes a la media hora de partido para liberar, de nuevo, a los fantasmas del pasado ante la posibilidad de que se terminara lamentando una nueva derrota. Un destino fatídico al que los azules parecían estar de nuevo encaminados, aunque, antes del descanso, Alberto Santos colocó las tablas a la contra tras un buen robo de balón. El Gutiérrez Amérigo pudo entonces respirar aliviado y aunque, en la segunda parte, ambos equipos contaron con varias ocasiones, el marcador no se volvió a desnivelar.
Gran culpa de ello la tuvo el portero del Chipiona CF Andrés, que realizó una parada extraordinaria a pocos minutos para el final que mantuvo un punto para el casillero de los azules. Un punto que, aunque pueda parecer insuficiente, logra acabar con la prolongada sequía de derrotas y deja al Chipiona a tan solo dos puntos de diferencia del Barbate CF, que marca la salvación.
La próxima semana, deberá afrontar otro partido complicado ante un Guadiaro que, junto a la UD Roteña, es el equipo más sólido defensivamente en lo que va de temporada. Tan solo tres goles ha encajado hasta el momento el equipo de San Roque, por lo que se presentará como un partido duro desde el principio para unos azules a los que no les falta ni ambición ni ilusión para revertir la maltrecha situación en la que se encuentran.
