El pabellón Manuel Villalba abrió sus puertas el pasado fin de semana a una fiesta de Halloween de la ‘Takiwatanga’. Muchas fueron las familias que formaron parte de este divertido evento, tantos miembros de la asociación como otras personas que se unieron a ellos para compartir una tarde para pasarlo bien pero, sobre todo, para ser solidarios. Ante la dramática situación que viven los afectados por la DANA en Valencia, desde la asociación se habilitó una mesa de recogida de alimentos a la entrada, junto a una larga cola que se formó en la puerta de entrada. Tanto, que terminó siendo una sorpresa tan positiva como inesperada para la presidenta de ‘Takiwatanga’ Virginia Gutiérrez, asombrada ante la gran acogida que tuvo el evento.
El atractivo con el que se presentó, con actividades tan diversas como un pintacaras, un concurso de disfraces, una mesa para colorear o juegos de mesa, tuvo parte de la culpa; aunque bien es sabido que ante una causa solidaria, el pueblo siempre se vuelca. Un euro, sumado a una aportación solidaria de alimentos no perecederos o bienes de primera necesidad, fue suficiente para entrar a un recinto donde los pequeños pudieron disfrutar de actividades compatibles con cualquier tipo de trastorno o discapacidad. Un entorno divertido e inclusivo en el que pudieron encontrar el disfrute del que se les priva en muchos otros sitios de una sociedad que todavía tiene mucho que aprender respecto a tolerancia y solidaridad.
Así, la asociación ‘Takiwatanga’ celebró un éxito rotundo. Hacer a un niño sonreír siempre lo es. A los que asistieron a la fiesta, sí, pero sobre todo a aquellos que más lo necesitan y que esperan recuperar la sonrisa desde Valencia a base de solidaridad.
