La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de los Dolores vivirá una Semana Santa muy especial. Será un año de despedidas, también de nuevos comienzos. Germán Marín, hasta ahora hermano mayor, dejará su cargo tras cumplir ciclo una vez finalice la semana mayor de Chipiona para abrir una nueva etapa en la hermandad. “Un año bastante especial”, asegura Marín, aunque no solo lo será para él. También para el resto de los hermanos que, este año, han podido sentir la inmensa ilusión de ver como una fotografía del recorrido del Cautivo por las calles de Chipiona, realizada por José Blanco, ha sido la elegida en esta ocasión para protagonizar el cartel anunciador de la fiesta, sucediendo a ‘La Borriquita’ del pasado año, como parte de esta rotación entre hermandades. Así, además de anunciar la Semana Santa, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de los Dolores también ha podido presidir el ‘Vía Crucis’, que se ha sumado a otros actos enmarcados tradicionalmente en esta época de cuaresma. Uno de los más destacados, la presentación del cartel de la hermandad, a la que le siguió un pasacalles hasta Víctor Pradera, donde tuvo lugar un concierto de marchas que contó con una gran asistencia de público. Esta céntrica calle es, precisamente, uno de los puntos contemplados en el itinerario de la hermandad para el Jueves Santos. “Esperemos que el tiempo nos acompañe, que podamos disfrutar de una Semana Santa plena”, comenta el hermano mayor.
Tan solo la lluvia, después de todo, podría deslucir un año en el que nada puede fallar. Todo se prepara, como en cada edición, con mucho esmero; aunque esta vez con un pellizco más de sentimiento. Y es que la hermandad conmemorará una efeméride especial: el 40 aniversario de la cuadrilla de María Santísima de los Dolores. El logotipo especial para la ocasión ha sido diseñado por Miguel Ángel Patino. Un símbolo envuelto por la historia y la tradición. El sentimiento y la fe. “Los 40 aniversarios no son fechas que se suelen celebrar mucho, pero había que recordar a esa gente que lleva 40 años debajo del paso”.
Costaleros que comenzaron a los 18 o 20 años, como es el caso de Curro que, desde entonces, nunca ha faltado a su cita cada Semana Santa, debajo del paso de María Santísima de los Dolores. La edad, con los años, se hace notar. También las rodillas y las cervicales, muy castigadas, como explica Rafael Moreno, quien fuese costalero de la Virgen durante 15 años; pero estos valientes siempre tienen una razón para seguir adelante. Un motivo de peso para decir que “sí” siempre a la llamada de su hermandad. “Esto es cuestión de fe. No es cuestión de lucirte. Esto es por sentimiento, por creencia. El que se mantiene es porque lo siente ahí abajo. El paso siempre vuelve por los corazones de los costaleros”, cuenta Germán Marín. “Disfruto del paso. Es muy sentimental. Te acuerdas de prácticamente todo”, expresa Alejandro, su hijo, quien cumplirá su séptimo año como costalero de María Santísima de los Dolores.
El recuerdo de Curro, primer capataz de la hermandad recientemente fallecido, estará presente. También el de Antonio Capellán, músico fundador de la Banda Municipal de Música Fernando Guerrero, que nos dejó hace poco. Por ellos irá cada ‘levantá’ al cielo. Y por todas esas personas que han acompañado a Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de los Dolores durante 40 años de hermandad y devoción.
