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Ernesto Pimentel y José Ángel Narváez, cara a cara en una entrevista

Mañana serán las votaciones de la segunda vuelta de las elecciones al Rectorado de la UMA. Ernesto Pimentel y José Ángel Narváez analizan los resultados de la primera vuelta y sus objetivos: captar los votos de los indecisos y del anterior contricante, Miguel de Aguilera

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Ernesto Pimentel

Honesta y limpia”. Con esta palabras el candidato Ernesto Pimentel, el catedrático y director de la ETSI Informática, ha definido su campaña electoral para liderar el Rectorado de la Universidad de Málaga en los próximos cuatro años, de la cual se muestra “muy satisfecho”. Asegura que alejarse de una “estrategia mediática y agresiva” ha sido “positivo” para los resultados que le han llevado directamente a la definitiva segunda vuelta, al obtener más del 30 por ciento de los sufragios. Entre los temas pendientes, haber realizado una reunión abierta en los dos campus más allá del debate organizado por el Consejo de Estudiantes. Espera obtener la confianza de los indecisos el próximo jueves, 3 de diciembre.

Ha sido la sorpresa de las elecciones del pasado 26 de noviembre. Contra todo pronóstico compartirá esta lucha con José Ángel Narváez. ¿Está sorprendido?

–Es cierto que hace un par de semanas se había polarizado mucho la atención en las otras dos candidaturas, las lideradas por el profesor Miguel de Aguilera y José Ángel Narváez, y eso nos preocupaba al equipo. Sin embargo, en los últimos días vimos que nuestras propuestas iban calando, se nos prestaba más atención en diferentes ámbitos y los debates nos favorecieron para que nuestra candidatura se conociese más. La verdad es que no estamos tan sorprendidos con el 30 por ciento de respaldo que hemos obtenido de la comunidad universitaria como parece ser ha sorprendido en otros ámbitos.


Su campaña no ha sido tan mediática como la de los otros contrincantes. Sin embargo, el mensaje de renovación que ha defendido parece que ha calado en el electorado.

–Creo que quizá se ha abusado por parte de las otras candidaturas de una estrategia excesivamente mediática, muy agresiva en cuanto a propaganda ajena a lo que eran las propuestas del debate electoral. Nosotros hemos querido ser muy comedidos en este aspecto. No hemos colocado carteles y hemos repartido los dípticos justos para dar a conocer nuestra candidatura. Hemos recurrido a las redes sociales y a la página web, donde toda la información está ahí recogida. Sobre el hecho de empapelar la universidad, no creíamos que iba a tener una efectividad excesiva. Decidimos que era más razonable evitar ese tipo de agresividades en la campaña. Nos hemos centrado especialmente en las visitas a los centros universitarios y en transmitir nuestro mensaje a la gente. Creo que esta estrategia ha tenido éxito.

La baja participación del alumnado en las elecciones sigue siendo una asignatura pendiente. ¿Cómo se puede remediar esta situación?

–Siempre ha ocurrido así. En estas elecciones ha subido algo la participación, pero no sustancialmente ni como a todos nos gustaría. Han votado sólo 4.000 estudiantes, por lo que hay muchos alumnos que no están interesados en el proceso electoral y posiblemente muchos no saben que hay elecciones. Todos somos responsables y posiblemente el problema es que no hemos sido capaces de  crear un mecanismo que incentive a los estudiantes a participar en la vida universitaria, más allá que la dedicación a sus respectivas carreras. Necesitamos que los estudiantes nos den a conocer su opinión y es algo que sigue siendo una asignatura pendiente.

¿Cree que su programa electoral puede cautivar a los votantes de Miguel de Aguilera?

–Espero que sí. Realmente estoy convencido y esperanzado de que los compañeros y compañeras que han votado en la primera vuelta al profesor Aguilera, en esta segunda vuelta depositen en nosotros su confianza. Incluso, esperamos que los votantes dudosos de la candidatura de Aguilera o Narváez se decanten por la nuestra. También, animo a los que no votaron en la primera vuelta a que lo hagan en esta ocasión, cuando la situación es ya determinante y esperamos contar con estos apoyos. En este caso, creemos que podemos seguir sumando.

José Ángel Narváez

Obtuvo más del 44 por ciento de los votos, pero se quedó con la miel en los labios. A las puertas de conseguir la mayoría absoluta, el catedrático José Ángel Narváez encara esta segunda vuelta con mucha “ilusión y fuerza”. Esperan mantener este nivel de sufragio y convencer a otros votantes, ya sean indecisos o de otras candidaturas, para obtener el éxito. Sus argumentos para capitanear la Universidad de Málaga en la próxima legislatura pivotan en el conocimiento y la experiencia en la institución, así como asegurar que es quien personifica el cambio.

Se ha quedado a las puertas de ganar las elecciones al Rectorado de la UMA. ¿Tendrá un sabor agridulce?

–Sí. Nosotros pensábamos que íbamos a tener un mayor apoyo. Lo que pasa es que con tres candidatos era muy difícil. No obstante, estamos muy satisfechos con el apoyo recibido, rozando la mayoría absoluta. Así que encaramos con mucha ilusión y fuerza esta segunda vuelta, en la que estamos confiados en que vamos a ser ganadores.

¿Qué valoración hace de los resultados, donde ha obtenido el respaldo de casi el 44 por ciento del electorado, frente al resto de candidaturas?

–Hemos apostado por un proyecto serio y que da soluciones a los problemas de la universidad. Los otros dos candidatos han presentado programas con una serie de criterios determinados y la Universidad ha confiado más en nuestro proyecto y en el que presentaba Ernesto Pimentel. En esta segunda vuelta lo que estamos haciendo es seguir convenciendo a la comunidad universitaria de que mi candidatura, nuestro proyecto, es el mejor.

¿Cuáles son los argumentos para ganarse el electorado?

–Los argumentos, en primer lugar, es nuestro programa electoral, un proyecto integral de toda la universidad, donde se hace un análisis crítico de la situación y se plantean soluciones para arreglar determinadas cosas que no se han hecho bien y también para plantear estrategias de cara al futuro. En segundo lugar, contamos con un equipo de personas muy preparadas, con experiencia y muy capacitadas para llevar este proyecto adelante. En tercer lugar, si somos elegidos, la experiencia y el conocimiento de la Universidad, nos permite empezar a gobernar desde el día 4 con la misma eficacia que lo podemos hacer dentro de un año.

El alejamiento de una línea continuista y transmitir que usted representa el cambio parece que ha calado entre los votantes.

–Lo que ha calado, fundamentalmente, es la capacidad de decisión y de análisis que hemos hecho y las soluciones que aportamos. Nuestro programa es la imagen del cambio, pero no un cambio caprichoso ni por sí, sino que es real y factible de llevar a cabo. Está basado en la realidad de la universidad, en el conocimiento de la misma y en sus fortalezas y debilidades.

Ha liderado una campaña electoral más mediática que su competidor. Sin embargo, Ernesto Pimentel ha sido la sorpresa de esta primera vuelta. 
–Creo que hemos planteado dos modelos de campaña completamente diferentes que no son comparables. Hemos llevado a cabo una campaña austera, tampoco hemos hecho grandes gastos y lo que hemos tratado es de llegar a toda la comunidad universitaria.

¿Qué habría que hacer para captar la atención del alumnado y aumentar su presencia en las urnas?

–Pienso que la información no les llega de forma adecuada, hay un cierto desapego de los alumnos con ciertos procesos. A veces no saben muy bien qué están eligiendo ni para qué porque nosotros tampoco sabemos explicarlo a veces, porque no tenemos estrategias para llegar a los estudiantes. Sobre todo lo que hay que hacer son estrategias más integradoras para que uno se sienta parte de la universidad y estrategias de comunicación mucho más activas y más en la línea de lo que los alumnos conocen. Eso lo tenemos que arreglar juntos, entre los alumnos y la institución.

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