En un comunicado conjunto, la Comisión Europea (CE) y el Gobierno checo afirmaron que los planes nacionales de preparación y respuesta ante el nuevo virus se activarán de acuerdo a la elevación de la alerta hasta el máximo nivel.
La fase 6 indica que la epidemia global está en marcha, y se declara cuando hay brotes del virus que se contagian a nivel comunitario en al menos otro país de una región de la OMS distinta a la primera en que se detectó el virus AH1N1.
La UE hizo hincapié en que el aumento del nivel de alerta “sólo cubre la distribución epidemiológica y el patrón de expansión” de la enfermedad, pero no “la gravedad de sus síntomas clínicos”.
Hasta la fecha, la gripe A “ha presentado síntomas medios o moderados y una baja mortalidad”, subrayaron la Comisión y el Ejecutivo checo.
Los veintisiete ministros europeos trataron la concertación de las medidas de prevención y control del nuevo virus en el Consejo de Sanidad celebrado el pasado martes en Luxemburgo, y en particular, acordaron coordinar la distribución de vacunas contra la gripe A una vez que estén disponibles.
La UE también mostró su disposición a “seguir de cerca el desarrollo de la situación” en colaboración estrecha con el Centro europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) y con la OMS.
El ECDC, por su parte, prevé que el virus llegue a afectar a los 27 países de la UE y a los 30 del Espacio Económico Europeo, según afirmó en un comunicado.
Hasta la fecha, 26 de estos 30 países han registrado contagios, pero ninguno ha informado de la transmisión del virus de forma continuada dentro de sus fronteras, aparte del Reino Unido, señaló el ECDC.
En las últimas 24 horas, en Europa se han detectado 136 nuevos casos de gripe A, lo que eleva el número acumulado a 1.565, según datos del centro con sede en Estocolmo.
Reino Unido, con 822 enfermos y 380 episodios de transmisión dentro de su territorio, es el país europeo más afectado por la enfermedad.
