La Junta de Andalucía proyecta destinar cinco millones de euros al desarrollo del futuro centro tecnológico del motor, que se levantará en terrenos anexos al circuito de velocidad en el marco de la Inversión Territorial Integrada (ITI), que se financia con fondos de la Unión Europea (UE) y tiene como objetivo la generación de actividad económica en la provincia de Cádiz.
Racing Engineering -con base en Sanlúcar de Barrameda- es la primera escudería que ha confirmado su deseo de trasladar su sede a este centro precisamente con idea de desarrollarse. Su patrón, Alfonso de Orleans, ha confirmado esta intención argumentando entre otras cosas la necesidad de disponer de mayor espacio y las posibilidades que se abrirían a la compañía en un centro de estas características, que le permitiría generar sinergias con otras firmas.
“Ahora somos treinta personas, pero queremos seguir creciendo. Muchos equipos de Fórmula Uno y otras categorías nos piden ingenieros y mecánicos. Con el traslado a este centro podríamos incrementar la plantilla”, adelantó Alfonso de Orleans.
Racing Engineering posee hasta cinco naves distribuidas en Sanlúcar de Barrameda, en distintos polígonos industriales, lo que, por el momento, les impide trabajar en proyectos unificadores. tanto es así que el propio Alfonso de Orleans apuntó que están trabajando en proyectos novedosos pero fuera de la ciudad, ante la imposibilidad de contar con un espacio adecuado. De ahí que el interés de la escudería sea el de realizar el traslado a la mayor brevedad posible en cuanto esté disponible ese centro tecnológico del motor.
Esta "fábrica de campeones" por la que han pasado varios pilotos campeones del mundo, destaca la sinergia que se produciría en el centro tecnológico del motor entre empresas que se dedican al mismo sector y, el fomento de la formación del personal, con la creación de una escuela de formación en esas nuevas instalaciones.
Racing Engineering cuenta actualmente con 30 empleados aunque "vamos a ir a mucho más", según ha confirmado a Onda Luz Alfonso de Orleans, quien prefiere mantener en silencio los nuevos proyectos en los que trabaja la escudería sanluqueña.
El proyecto
Una vez que el Ayuntamiento de Jerez ofreció 14.000 metros cuadrados de suelo a la Junta para el desarrollo del proyecto, la Administración autonómica ha comenzado a trabajar para llevar a buen puerto esta iniciativa. Tanto es así que ha procedido a la adjudicación del contrato para la redacción del proyecto inicial a la empresa de ingenieros Ayesa, que tendrá que llevar al papel lo que hasta ahora se ha venido esbozando ante los medios de comunicación.
El propio López Gil explicó ayer en el programa A compás, de Ondaluz Televisión, que la idea es que la Junta pueda disponer de ese proyecto en apenas unas semanas, el próximo mes de enero. De manera paralela, el Ayuntamiento está tramitando la modificación puntual del PGOU que permitirá el desarrollo del proyecto. Esa modificación tendrá que ser aprobada por el Pleno municipal y será entonces cuando la Junta pueda hacer la licitación pública del proyecto y la construcción propiamente dicha del centro del motor.
López Gil explicó que la Administración autonómica trabaja con la intención de que “todas las escuderías y empresas” que trabajan en el campo de la innovación quieran estar presentes en este centro tecnológico, recordando entre otras cosas que “cualquier equipo de Fórmula Uno tiene más ingenieros que la planta de Airbus en Cádiz”, por poner un ejemplo.
Lo que pretende la Junta es “aprovechar” el indudable tirón del circuito y las “horas de sol” de que disfruta “para generar empleo”. López Gil aludió en este sentido a la posibilidad que brindaría este centro a las escuderías y empresas del motor, ya que podrían probar sus últimos avances tecnológicos en las propias instalaciones del circuito.
En un enclave privilegiado
A finales del pasado mes de septiembre, el Consistorio jerezano ofreció a la Junta 14.000 metros cuadrados de suelo próximos al circuito para el desarrollo de este proyecto, con idea de que pudiera incluirse una primera partida en los presupuestos de 2017, que finalmente ascendió a 500.000 euros.
Los terrenos son propiedad de la sociedad municipal Cirjesa, de modo que no será necesario negociar su compra. La operación sí precisará por el contrario una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), ya que los suelos no tienen uso industrial. Esta operación debería culminarse esta próxima primavera.