El tiempo en: Chipiona

San Fernando

¿Corregir la remodelación?

Modestamente estimo que lo más conveniente habría sido situar el bicicarril en el borde de la calzada opuesto al Parque.

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
  • Avenida Pery Junquera.

Cerca de la rotonda de La Comunicación, también llamada 'la de la fuente oxidá', se instala un paso de peatones y ciclistas sin señalización de cebra y con semáforo desactivado (sólo funcionó con ámbar intermitente los primeros días). Asociada a ese paso se abre una nueva puerta de acceso al Parque del Oeste que, dadas las circunstancias, para llegar a ella,  hay que correr un riesgo incomprensible e inadmisible. Contiguo al paso de peatones se habilita una parada del autobús de Cádiz, que poco después es clausurada. Estas son realidades que pueden observarse en la parte recientemente remodelada de la avenida Pery Junquera.

¿Por qué ocurre esto? Mi opinión es que al proyectar la remodelación se decide, erróneamente, mantener el carril bici (eliminando el acerado) junto a la valla del Parque. Desde este nuevo paso con semáforo, el bicicarril se prolonga paralelo a la valla hasta llegar al lugar en el que la rampa de salida de Bahía Sur obliga a interrumpirlo y continuarlo, mediante otro cruce con semáforo, al otro lado de la calzada. Para enlazar este carril bici con el que viene de la rotonda por el lado opuesto de la avenida, se instala el desconcertante paso semafórico. Para justificarlo se abre la puerta de entrada al Parque (innecesaria al haber otra a sólo unas decenas de metros) y se construye la parada, ahora sin uso.

Supongo que cuando se tomó la decisión de incluir este paso regulado con semáforo en la remodelación, no se previó, o se minusvaloró, que al estar muy próximo a la rotonda, se produciría una ralentizacion del flujo de entrada y salida de los vehículos en ella y en consecuencia el embotellamiento. ¿Por qué si no su desactivación?

Modestamente estimo que lo más conveniente habría sido situar el bicicarril en el borde de la calzada opuesto al Parque, como ocurre a la altura media de esta avenida. Así, además de ahorrarnos el coste del paso de peatones y  de la no necesaria puerta de entrada al Parque, se habría evitado el consiguiente doble cruce ciclista de la calzada y el frenado en el flujo de los vehículos co la rotonda.

Se habría dado continuidad al carril, al menos hasta General Pujales, con la ventaja añadida de facilitar el tránsito de  entrada y salida de los ciclistas con las calles con las que íntersecta en su trazado, cualidad de la que, debido a su aislamiento, carece la opción realizada.

Suponiendo que estas reflexiones fueran acertadas ¿deben corregirse estos aspectos de la remodelación? Mi opinión es que sí. Es un coste añadido pero necesario. De no hacerse, estoy convencido de que el trazado vigente seguirá infrautilizado, optando muchos ciclistas por circular por la calzada, los más osados, o por la acera, los más precavidos. Lo que no se puede mantener por más tiempo, por el riesgo de accidente grave que conlleva, es la actual situación del conflictivo paso peatonal-ciclista, con semáforo inactivo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN