El tiempo en: Chipiona

Comedia desaprovechada de comedidos excesos

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Tres desconocidos que, a partir de ahora, dejarán de serlo gracias al éxito del filme
RESACÓN EN LAS VEGAS (The Hangover)
Calificación: * 1/2
Dirección: Todd Phillips.
Intérpretes: Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis, Justin Bartha, Heather Graham, Jeffrey Tambor, Mike Tyson.
EEUU. 2009. 100 minutos.

La trayectoria de Todd Phillips como director no revelaba hasta ahora un excesivo talento, más allá de poner en escena determinados encargos comerciales interconectados argumentalmente y dirigidos a un público muy concreto, poco exigente, de risa fácil. Empezó con Road trip (Viaje de pirados), a la que siguieron Aquellas juergas universitarias, Starsky y Hutch y Escuela de pringaos.


Que ahora regrese con un título tan acorde a los anteriores como Resacón en Las Vegas, lo dice todo, aunque, en el fondo, las apariencias engañan. Es una comedia de las que suelen denominarse “gamberras”, sí, incapaz de delimitar el ámbito del exceso, también, pero posee un desarrollo argumental sustentado en un guión que escapa a las comparaciones y plantea alternativas originales e inesperadas, aunque sus auténticas posibilidades se queden a medio camino, no se concreten o apuren por la vía fácil.

Para que se entienda: en otras manos, la película centraría sus esfuerzos en contarnos qué pasó en la noche de juerga en la ciudad del pecado -lo habitual, lo que se ha hecho hasta ahora en este tipo de producciones-; pero el mérito del filme radica en que no hay nada de eso, y aplica sus esfuerzos por reconstruir qué pasó en realidad, ya que ninguno de los protagonistas lo recuerda cuando despierta a la mañana siguiente (sólo los títulos de crédito finales sacian las expectativas al respecto).

En este sentido, algunas de las bromas resultan evidentes, de fácil digestión; incluso cuando se juega a lo políticamente incorrecto o se hacen chistes de dudoso gusto -el del 11-S, por ejemplo-, da la sensación de que se termina pidiendo disculpas por la osadía, pero la ventaja de recorrer otros caminos poco trillados permiten disfrutar con otro ánimo de las peripecias de estos cuatro amigos que acuden a Las Vegas a celebrar la despedida de soltero de uno de ellos dos días antes de la boda. Al día siguiente de la juerga, el novio ha desaparecido y, a causa de las drogas que tenían en las bebidas, los demás no recuerdan qué fue de él, por lo que inician una búsqueda desesperada por toda la ciudad que, por otro lado, les permitirá reconstruir lo ocurrido.

La película posee también aciertos de casting, como el descubrimiento de Zach Galifianakis, el perturbado e incontrolable cuñado del novio, aunque desaprovecha en exceso el talento de Heather Graham.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN