El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de “oportuna” y “proporcionada” la reforma de la Ley del Aborto y ha defendido la labor de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, de quien dijo que soportó “tantas críticas inasumibles en democracia”.

Durante su intervención en la reunión del Comité Federal del PSOE, Zapatero se refirió a la Ley del Aborto como un paso más que ha dado el Ejecutivo en la modernización de la sociedad democrática, una legislación, afirmó, que también “nos homologa” con Europa en este terreno.

Elogió la labor que desempeñó la ministra en la elaboración de esta reforma, una tarea que “ha hecho muy bien”, y se sintió satisfecho por el visto bueno que le ha dado el Consejo de Estado en lo que afecta a los plazos para la interrupción del embarazo.

El informe avala la constitucionalidad de la reforma normativa, pero incide en la oportunidad de que los padres de las menores de edad sean informados de la decisión de sus hijas de abortar.

Zapatero subrayó que se trata de una ley que persigue afrontar “esa dura realidad que se vive en nuestro país” y que, a veces, apuntó, “está llena de hipocresía” y que, “ante todo”, tiene el objetivo de prevenir y apoyar a las mujeres.

La portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, pidió ayer a las ministras de Igualdad y Sanidad que hagan “una profunda reflexión” respecto a la Ley del aborto, ya que no es entendible el “empecinamiento” en una regulación que va “en contra del sentido común”.

La diputada nacional del PP, que participó ayer en Toro (Zamora), en la junta directiva provincial de este partido, consideró “muy preocupante” la propuesta de reforma de la ley del aborto para que las menores de edad puedan abortar sin el consentimiento de los padres.

“El Consejo de Estado ha insistido en una cuestión que a nuestro juicio es muy preocupante" ha declarado a los periodistas Saénz de Santamaría, quien aseguró que buena parte de la población española tampoco está de acuerdo con que las menores puedan abortar “sin consentimiento ni conocimiento de los padres”.

A su juicio, la regulación del aborto impulsada por el Gobierno también va en contra de la necesidad de atender a las menores “en un momento tan delicado de su vida”.