El sonido de los cascos contra el suelo y los cascabeles meciéndose armoniosamente en las hebras de los caballos va a ser la melodía principal durante esta semana en Sevilla. El primer fin de semana ha pasado y el lunes se presenta con un sol iluminando todas las casetas con un viento fresco azotando para amenizar la fiesta a los aún pocos presentes.
Al entrar por la mañana en el ferial hay un leve jolgorio por sus calles y el albero se mantiene en su sitio mientras van entrando a cuentagotas por la gran portada, que da la bienvenida a la feria en este temprano lunes. Varias mujeres cantan junto a la portada y pasan los llamativos y grandes carruajes, es la recepción al llegar. “Sí que ha habido gente, porque había la exhibición de enganches”, comenta uno de los caballistas, que se muestra optimista ante una mayor llegada de personas respecto a años anteriores.
No es una gran sorpresa que una de las atracciones principales de todos los años, sobre todo para los turistas, sean estos caballos. “No ha habido ningún incidente”, sigue comentando, “pero se espera más gente durante los próximos días”.
Es aún temprano. Las casetas siguen vacías, excepto las más grandes, donde muchos ya empiezan a comer con su característica jarra de rebujitos. El resto de casetas terminan sus últimos preparativos para volver a empezar este lunes, preludio para los días venideros, como el miércoles festivo a cambio del Día de San Fernando. “Es una feria, te puedes encontrar de todo, lo que espero es que sea de siete días”, es el testimonio de uno de los policías encargado del orden, pese a no haber sufrido aún ningún altercado en particular en el recinto, sí está preparado para lo que pueda llegar a ocurrir.
Como era de esperar, a medida que se acercan las dos de la tarde, el sonido va subiendo y los carruajes buscan cada vez más rápido a sus pasajeros, que no paran de hacerse fotos para dar muestra de dónde se encuentran. Cinco días quedan y la feria de Sevilla está preparada para dar la bienvenida.
Puestos, un comienzo tranquilo
El primer fin de semana de la Feria de Sevilla de 2019 ha estado marcado por un calor a ratos intenso que no ha quitado a los amantes de la feria las ganas de fiesta. Pero no todo en esta semana es diversión con los amigos y familia. La otra cara de la moneda está en la zona de atracciones y puestos ambulantes.
A primeras horas de la mañana, un paseo por la zona pone en evidencia que la feria no está aún en su pleno apogeo y habrá que esperar a las dos de la tarde para la llegada masiva al Real.
Lola, feriante alegre y dueña de Atracciones Carmen, asegura que los primeros días de feria han sido “flojitos” en ventas aunque espera que aumente la afluencia de visitantes a partir de este miércoles, festivo local. “Es un oficio duro, mucho calor y a partir de estos días esperamos a estar a tope de trabajo y que nunca falte”, concluye Lola con una sonrisa.
