La Policía detuvo ayer al sospechoso del tiroteo en una oficina en la ciudad de Orlando (Florida) que causó al menos un muerto y cinco heridos, según datos oficiales.
La Policía detuvo ayer al sospechoso del tiroteo en una oficina en la ciudad de Orlando (Florida) que causó al menos un muerto y cinco heridos, según datos oficiales.
Jason Rodríguez, de 40 años, fue arrestado en la casa de su madre tras una búsqueda de dos horas, dijo Val Demmings, jefe del Departamento de Policía de Orlando.
En una conferencia de prensa, el portavoz policial confirmó la muerte de una persona y que cinco están heridas, entre las que hay una con problemas cardiacos.
Este suceso ocurre un día después de que un militar estadounidense abriera fuego en la base militar de Fort Hood, en el Estado de Texas, y causara trece muertos y una treintena de heridos.
Los dos incidentes son los últimos de una larga lista de ataques llevados a cabo en Estados Unidos.
“Rodríguez fue despedido de su empleo en 2007 y hoy (por ayer) regresó disparando en la oficina de Reynolds, Smith and Hills”, precisó Demmings.
Los agentes policiales están interrogando al sospechoso, de origen puertorriqueño, para determinar si tenía “un objetivo en particular”.
También se está preguntando a personal de seguridad del edificio en Legions Place que trabajaba cuando ocurrió el tiroteo en el piso ocho.
La Policía quiere determinar “cuál es el estado en que se encontraba al llegar al edificio”, agregó.
Boby Dager, alcalde de Orlando, declaró a los medios de comunicación que ayer fue “un día triste” para su ciudad, pero agregó que los ciudadanos deben sentirse orgullosos de que la Policía “actuó rápidamente”.
John Tormos, portavoz de los bomberos, informó de que la Policía inspeccionó el edificio piso por piso, por lo que “es difícil decir con precisión cuántas personas resultaron heridas”.
Barbara Jones, sargento de la Policía de Orlando, declaró que no se confirmará el número de muertos hasta informar a los familiares, que fueron convocados para reunirse en una iglesia cercana, así como a los allegados de todos los trabajadores del edificio.
Se desconocen si los motivos del tiroteo están relacionados con el desempleo de Rodríguez, dijo Jones.
Rodríguez trabajaba en la empresa Reynolds, Smith y Hills, de consultoría de transporte con filiales a nivel nacional y entre sus clientes están la Agencia Espacial y el Departamento de Defensa, según la sargento.
El sospechoso se declaró en bancarrota este año, de acuerdo con documentos judiciales.
Antes de que tuviese lugar este trágico suceso, la Casa Blanca había informado de que el presidente estadounidense, Barack Obama, asistirá al funeral por las víctimas del tiroteo del jueves en la base militar de Fort Hood, en Texas.
Hasta el momento no se ha fijado fecha para ese funeral pero se determinará de acuerdo a lo que más convenga a las familias y no al presidente, subrayó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en su rueda de prensa diaria.
Obama ajustará su agenda de la próxima semana para poder asistir a esa ceremonia, indicó el portavoz.
El presidente estadounidense tiene previsto viajar a Asia el próximo miércoles para una gira de ocho días por Japón, Singapur, China y Corea del Sur, aunque Gibbs no descartó que el viaje pudiera aplazarse debido al funeral.
Obama ordenó ayer que las banderas en los edificios oficiales ondeen a media asta desde hasta el próximo día 11, en homenaje a las víctimas del tiroteo.