Valdelagrana,Sotogrande, Puertas Sevillas, Chapín, Arcos e incluso Madrid fueron algunos de los escenarios de estos hipotéticos inmuebles que más se repitieron en los testimonios. Este fue el esquema que uno a uno fueron describiendo ayer ante la juez los testigos de la mayor estafa que se recuerda en Jerez, que en la mayor parte de los casos reconocieron al imputado Miguel Bohórquez, administrador único de Economist Agency, como “el que daba la cara”, si bien también situaron al otro encausado principal, Domingo Gallegos, en la trastienda “yendo y viniendo a la oficina” trajeado para cumplir su cometido.
En la mayoría de los relatos, todos ellos comprendidos entre 2004 y 2006, el denominador común también apareció a la hora de ponerse de acuerdo con Bohórquez para poder recibir las viviendas por las que habían pagado. “Cuando llamamos nos decían que Miguel estaba de reuniones, en Madrid o que había problemas en los juzgados (al tratarse de viviendas embargadas)”, aseguraban ante el tribunal uno de los denunciantes. Más suerte creyó tener una afectada que había pagado 54.000 euros al contado por una vivienda en Puertas de Sevilla cuando en la empresa le ofrecieron la cantidad de 100.484 euros, que incluía el importe pagado más una indemnización por los daños y perjuicios, ante sus insistentes reclamaciones.
Sin embargo, cuando fue a cobrar el pagarés en el que iba la cantidad emitido por Economist Agency, no lo pudo ingresarla por “falta de fondos”, como también le ocurrió a otras personas en su misma situación.
Más surrealistas fueron los casos en los que los compradores de un chalet en el Pinar de La Almadraba, en Rota, por el que pagaron más de 100.000 euros. Finalmente comprobaron que el citado inmueble no existía. La vista se reanudará hoy con nue