A falta de unas datos oficiales, las primeras estimaciones son que hay afectados unos 40 millones de pinos de reforestación. La superficie invadida es de unas 16.920 hectáreas, que supone casi una tercera parte de la superficie total del parque natural que ocupa algo más de 53.000 hectáreas. De las cuales el 40 % esta plantada de pinos, según se recoge en el mapa de vegetación de la Sierra de Baza. Por lo tanto el 80 % de los pinos del parque natural están afectados por la procesionaria.
Hace un mes la plaga incidía muy gravemente a la zona más próxima al límite con Almería, ahora  la plaga se ha extendido mucho y afecta, incluso, a las zonas de calares, donde parece que el cambio climático también ha
contribuido a este desastre, pues no era normal que la oruga pasara de los 1600 -1800 metros de altitud y ahora ya se localiza en zonas como el Calar de Heredia, con altitudes por encima de los 2.000 metros.
La situación es especialmente grave, no ya por los pinares de reforestación, que lo es, sino particularmente porque puede afectar a las mayores joyas botánicas del Parque Natural de la Sierra de Baza que son los pinos silvestres que también están sufriendo ya la plaga. En la actualidad hay centenares de hectáreas que parecen arrasadas. Hay zonas con los pinos verdes y justo al lado, otras con los pinos sin una sola acícula verde.
La procesionaria es el principal defoliador de los pinares españoles y provoca efectos urticantes y alergias en los humanos que se acerquen a zonas afectadas. La defoliación rara vez produce la muerte de los pinos pero los debilita en gran medida, facilitando el ataque posterior de otras plagas. Los pinos pequeños sí que se pueden secar.
La Junta Rectora del Parque Natural de la Sierra de Baza se reúne esta tarde en el ayuntamiento de Baza y unos de los puntos del orden del día es precisamente dar a conocer y aprobar un informe de acciones a seguir ante el ataque de procesionaria en determinadas zonas del parque natural.
El gran problema, es que puede ser muy tarde para controlar y eliminar la plaga de procesionaria, debido a que las orugas ya se han enterrado. La Consejería de Medio Ambiente dice claramente que el tratamiento debe de hacerse cuando el bolsón esté perfectamente formado y antes de que la larva se entierre. La época para realizar los tratamientos contra la procesionaria del pino son entre el desde mediados del mes de diciembre y hasta el 20 de enero en las zonas más cálidas y a finales de enero hasta mediados de febrero en las zonas más frías. Este año con el otoño tan caluroso el ciclo se ha adelantado y la procesionarias ya están bajo tierra.