Las localidades gaditanas de Conil y Vejer de la Frontera recuperan la normalidad tras las graves inundaciones que sufrieron ayer por las intensas lluvias del fin de semana y comienzan a evaluar los daños producidos en viviendas, coches, fincas agrícolas y ganaderas y otros inmuebles.
"Los momentos de tensión de ayer se han convertido hoy en momentos de desesperanza de ver tantas viviendas afectadas en las que las familias han perdido de todo, electrodomésticos, muebles, y todo tipo de enseres", ha explicado hoy a EFE José Ortiz, alcalde de Vejer de la Frontera.
Ortiz, como el alcalde de Conil, visitan hoy las zonas afectadas para evaluar con sus vecinos los desperfectos e iniciar los trámites para pedir al Gobierno que se declare la zona catastrófica, con lo que los afectados podrían recibir ayudas para paliar los daños.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, visita a primera hora de la tarde ambos ayuntamientos, cuyos alcaldes también se reunirán con la Diputación Provincial de Cádiz para solicitar ayudas para los consistorios.
Tras las intensas lluvias de ayer y las labores para achicar agua, la normalidad ha vuelto a ambas localidades, donde continúan las labores de limpieza tanto en las vías públicas como en las viviendas o negocios.
En Conil de la Frontera, el CEIP Los Bateles no ha podido abrir hoy sus puertas, ya que el agua anegó la mayoría de las clases.
Todos los profesores han cambiado hoy pizarras y ordenadores por fregonas, para limpiar las aulas y los patios del colegio.
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del territorio, Ángel Acuña, ha lamentado los daños sufridos por las intensas lluvias del fin de semana.
Según ha explicado, en Vejer de la Frontera han caído este fin de semana 180 litros por metro cuadrado, un 25 por ciento de lo que suele llover en todo un año en el término municipal.
El servicio de Emergencias 112 coordinó ayer más de un centenar de incidencias en la provincia de Cádiz debido a las intensas lluvias, que llegaron a mantener aisladas varias pedanías.
