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"Todos sabemos que Rusia no tiene razón"

Yaros Teslovych, cadete del CD Miralbaida, de 15 años y su hermano está en el frente del ejército ucraniano ante la invasión rusa. "Esto es un sinvivir" afirma

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Más de un millón y medio de ucranianos han salido del país, en condiciones muy duras en las últimas dos semanas, tras la invasión rusa. No es el caso del hermano de Yaroslav Teslovych, un joven de 15 años, de madre rusa y de padre ucraniano, cuyo hermano combate en el frente a 4.000 kilómetros de su familia con un único propósito: defender su patria. 

Yaros expone a 7TV Ondamezquita que "cuando él puede nos llama y, obviamente, no puede ser por whatsapp. Tiene que ser por otro medio. Espero que acabe lo antes posible porque esto es un sinvivir para todas las personas".

Yaros vive desde la distancia la masacre que se está produciendo en su país, de la cual se evade por minutos gracias al apoyo de su equipo, el cadete del CD Miralbaida. Junto a sus compañeros, el fútbol se convierte en una vía de escape ante una realidad difícil de imaginar y que no tiene fecha de caducidad.

El joven ucraniano agrega que "mis compañeros, desde que ha empezado todo esto han estado apoyándome, preguntádome si me hacía falta algo. Todos sabemos que Rusia no tiene razón. Tenemos máxima preocupación pero seguimos mirando adelante".

"Quiero que la gente se de cuenta de lo que está ocurriendo, colabore y tenga empatía con este tema"

Desde Córdoba, Yaros, que no se separa de la bandera de Ucrania, lidia con la ofensiva de Putin colaborando en el envío de ayuda humanitaria con productos de primera necesidad. Toda ayuda es poca para resistir los ataques.

"He estado cargando un trailer, junto a muchos compañeros que no solo son ucranianos sino que también ha habido gente de beun corazón española. Quiero que la gente se de cuenta de lo que está ocurriendo y que colaboren y tengan empatía con este tema", asegura Teslovych

Con el anhelo del fin de la guerra el joven afincado en España desde hace 8 años sueña cada día con poner fin a esta pesadilla que se ha convertido en el peor drama humano del siglo XXI. El deporte es un desahogo para este adolescente futbolista que desea volver a ver a su hermano, sus compatriotas y país de nuevo en paz.

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