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Caso Cerro Muriano, dos militares muertos y seis mandos investigados un año después

Los militares en prácticas se vieron "superados" por la situación y muchos de ellos salieron del agua como pudieron y con evidentes "síntomas de hipotermia"

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  • El lago donde ocurrió el accidente. -

Hace justo un año, los soldados Carlos León y Miguel Ángel Jiménez fallecían ahogados durante unas maniobras en la base militar de Cerro Muriano (Córdoba), un suceso por el que están investigados hasta seis mandos del Ejército de Tierra y cuyo juicio debería celebrarse a mediados del próximo año.  

El 21 de diciembre de 2023

A primera hora de la mañana del pasado 21 de diciembre de 2023, un grupo de militares en formación debía cruzar un lago artificial ubicado en el interior de la base de Cerro Muriano. Las maniobras, según el auto judicial del caso, se realizaron con unas temperaturas muy frías, cercanas a los cero grados, y en unas condiciones de seguridad cuestionadas por la investigación.

De inmediato los militares en prácticas se vieron "superados" por la situación y muchos de ellos salieron del agua como pudieron y con evidentes "síntomas de hipotermia". En un principio se dio por desaparecidos a los soldados León y Jiménez, cuyos cuerpos se hallaron a media mañana tras la intervención de submarinistas especializados de la Guardia Civil. 

Dos militares ahogados

El cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34 años, casado y natural de Villafranca de Córdoba, ingresó como soldado en el Ejército de Tierra en 2011, siendo destinado al Regimiento de Infantería "La Reina" 2, donde permaneció tras ascender a cabo en 2019. Había participado en misiones en Letonia y Líbano, y se encontraba en posesión de dos cruces al mérito militar con distintivo blanco.

Por su parte, el soldado Carlos León Rico, de 24 años, soltero y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), ingresó en el Ejército de Tierra el 8 de mayo de 2023 y estaba también destinado en el Regimiento de Infantería "La Reina" 2, con sede en la base militar del Ejército de Tierra en Cerro Muriano.

La competencia judicial

A mitad de abril, cuatro meses después del suceso, el Juzgado Militar Central de Madrid asumió finalmente la investigación del caso, tras un largo proceso para determinar el órgano que, por competencias, debía dirimir la instrucción y posterior enjuiciamiento de la causa. En un primer momento, un juzgado civil ordinario de Córdoba sobre el que recayó el caso se inhibió en favor del juzgado militar de Sevilla, una decisión confirmada por la Audiencia Provincial.

Sin embargo, ante la necesidad de investigar a mandos superiores el Juzgado Togado Militar 21 de Sevilla decretó su inhibición ante el Tribunal Militar Central con sede en Madrid, que practicó las diligencias necesarias y que ultima la instrucción del caso que, según las fuentes judiciales consultadas, debería quedar señalado para celebrar el juicio a mediados de año.

Seis mandos investigados

A finales de julio, el titular del Juzgado Togado Militar Central 2 de Madrid, emitió un auto de procesamiento contra un capitán, un teniente, un sargento, un teniente coronel, un comandante y un coronel de la base militar de Cerro Muriano, en libertad provisional, a los que investiga por posibles delitos contra la eficacia del servicio, que se produce cuando el militar incumple sus deberes fundamentales causando "grave daño en los medios o recursos de las Fuerzas Armadas o en las personas". 

Medidas de seguridad en cuestión

La investigación judicial pone el acento en dos cuestiones básicas para garantizar la seguridad de los soldados durante las maniobras, tanto la "línea de vida" que debía atravesar el lago y que fue "ineficaz", como el propio equipamiento que debían llevar los militares en el momento de realizar los ejercicios, que debía garantizar la flotabilidad y que no reunía las condiciones adecuadas en ese instante.

Según el auto judicial, la línea de vida consistió en "una cuerda atada a unos árboles, pero sin tensar, que se hundió" con el peso de los soldados; mientras que las mochilas que se suponían que iban a dar flotabilidad "no sirvieron como tal elemento" debido a su peso y estanqueidad, por lo que en esas condiciones los militares que se encontraban en el agua se sintieron "superados por la situación".

El futuro de la instrucción militar

"Las vidas de Carlos León y Miguel Ángel Jiménez se podrían haber salvado si se hubiera actuado con diligencia", repiten los familiares de los soldados fallecidos, que esperan que este caso sirva para mejorar la instrucción militar, "modernizarla" y que no se repitan los "errores" fatales que, a su juicio, se han producido y causaron la muerte de ambos.

"Yo sé cómo trabajan las fuerzas armadas, y si en Cerro Muriano se ha cometido un hecho delictivo, aquí está la ministra y toda la cúpula militar para asumir responsabilidades", aseguraba la titular de Defensa, Margarita Robles tras la toma de posesión del nuevo general jefe de la Brigada 'Guzmán el Bueno' X de la base cordobesa, Fernando Ruiz Gómez, quien zanjó: "La instrucción y el adiestramiento deben ser exigentes y rigurosos", aunque la "exigencia y la seguridad ni están reñidas, ni son incompatibles".

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