El jugador del Córdoba CF José María López Silva ha dicho que vive los primeros días de la pretemporada como "una oportunidad" ya que ha reconocido que, pese a ser uno de los cinco elegidos para continuar de la pasada campaña, en sólo un mes ha pasado de "estar fuera a ser uno de los fijos".
El onubense renovó el pasado 7 de junio tras unas negociaciones que se iniciaron el pasado invierno y que se rompieron en varias ocasiones, por lo que en varias ocasiones manifestó que veía difícil continuar en el Córdoba, pero "el fútbol cambia mucho de un día para otro", ha subrayado López Silva en una entrevista a Efe.
"Ahora soy uno de los fijos del presidente", ha apuntado el futbolista, hasta tal punto que después de la salida de quince jugadores del pasado ejercicio ha pasado a convertirse en uno de los veteranos de la plantilla.
Además, ahora, tras sólo con dos campañas en el Córdoba, "pueda ser el capitán", ya que junto a Carlos Caballero, con el que llegó procedente del Cádiz, son los dos únicos jugadores con más de un año de permanencia en el club.
López Silva ha comentado que éstas son "las paradojas" del fútbol, pero lo importante en lo personal es que "sigan contado contigo", por lo que ha asegurado que tiene "tantas ganas como el primer día".
El objetivo ahora es bien distinto a cuando llegó hace dos veranos, ya que el Córdoba se ha puesto como meta el ascenso, sobre lo que ha comentado que "el presidente es ambicioso y tiene que intenta devolver la ilusión a la afición", que "se perdió con el tramo final de la competición", aunque ha advertido que "hay que evitar caer en los errores de la pasada temporada".
Este aliciente ha llevado a que el club cuente ya con más de 7.000 abonados, una cifra que a López Silva le parece una "barbaridad", por lo que confía en que "al final de la temporada puedan estar orgullos" de su equipo, aunque ha añadido que en la Segunda División "hay muchos equipos con el objetivo claro del ascenso"