El jurado ha declarado culpable por mayoría al joven acusado de atropellar con un vehículo a otro hombre, en el Sector Sur en la capital cordobesa, en marzo de 2011, por haberlo matado "intencionalmente", después de que la víctima estaba hablando con la pareja del procesado, según ha deliberado en el objeto del veredicto leído este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba.
Tras la lectura del veredicto, las partes han citado las penas que solicitan para el joven, y en este caso el fiscal reclama una pena de once años de cárcel; la acusación, un total de doce, y la defensa, ocho años de prisión, al tiempo que anuncia que recurrirá, después de que el jurado ha considerado a su cliente culpable de "una muerte no alevosa" y calificada como homicidio, según ha precisado el magistrado-presidente del tribunal del jurado.
En este sentido, el jurado explica que M.A.M.L., "cuando se produce el atropello, se encontraba alterado por la discusión que había mantenido con su novia", a lo que añade que estaba "preocupado por la zona donde la había dejado, obcecado por encontrarla y aturdido por la ingestión alcohólica previa; circunstancias todas, o alguna de ellas, que afectaban levemente a su capacidad de comprensión y actuar".
No obstante, a juicio de los componentes del jurado, el conductor "tuvo tiempo y distancia suficiente" para cambiar al carril derecho en la carretera, tras ver al hombre y su novia hablando en el acerado.
En concreto, precisan que el acusado estaba con su pareja la tarde noche del día 5 de marzo de 2011 y tras consumir "algunas cervezas", a primeras horas de la madrugada del día 6 se trasladaron ambos en coche a la citada barriada, donde mantuvieron una discusión y se bajaron del coche, momento en el que ella se marchó y le siguió a pie el acusado.
Posteriormente, el procesado regresó solo hasta el lugar donde había dejado aparcado el coche y se marchó. Mientras, la mujer, acompañada por el otro hombre, se dirigieron hasta la carretera de Castro, donde se quedaron hablando en el acerado.
INCREMENTÓ LA VELOCIDAD
Al poco rato, el acusado accedió con el coche a la citada vía, vio hablando a su pareja con el varón y aceleró la marcha y se dirigió por el carril contrario "a gran velocidad" hacia donde ellos se encontraban. Así, el hombre que veía acercarse el coche, se bajó de la acera y comenzó a hacer gestos con los brazos para advertir al conductor que parase, apunta el jurado.
Sin embargo, ha aprobado por mayoría de siete votos a dos, que el acusado "lejos de frenar, con intención de atropellar y dar muerte" al hombre, continuó por el carril izquierdo e incrementó aún más la velocidad dirigiéndose hacia él. Tras chocar el vehículo contra el hombre, provocó su muerte.
Mientras, el procesado continuó su marcha hasta un semáforo próximo donde detuvo el coche y comenzó a circular marcha atrás en dirección al lugar donde estaba el atropellado; esquivó una furgoneta de Solemcor-Caritas, cuyo conductor había interpuesto en la trayectoria de su vehículo, y se colocó a la altura de donde estaba el cuerpo del fallecido, abrió la puerta y, sin apearse, "miró con frialdad el cadáver y reanudó la marcha, abandonando el lugar".
Tras producirse los hechos, el acusado estuvo deambulando por varias calles, recibiendo una llamada de su madre sobre las 6,00 horas del día 6, que le comunicaba que la policía le estaba buscando por un atropello, y quedó en ir a un bar para esperar allí a los agentes, si bien fue detenido cuando caminaba hacia ese establecimiento, según el veredicto del jurado.