El Teléfono de Notificación de Situaciones de Maltrato Infantil (900 85 18 18) de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, recibió durante 2020 un total de 267 llamadas en Córdoba alertando de posibles malos tratos, que generaron 245 expedientes de los servicios sociales sobre 417 niños, niñas y adolescentes afectados en la provincia.
El confinamiento domiciliario en el primer semestre del año provocado por el coronavirus complicó las posibilidades de comunicar o visibilizar los casos de malos tratos, pero también las opciones de denunciarlo de forma anónima, al convivir de forma permanente los y las menores con las supuestas personas que les maltratan, como reseña en una nota de prensa la Consejería.
Las llamadas al Teléfono de Atención a la Infancia durante 2020 en toda Andalucía fueron 4.583, un 19,5% menos que en el año anterior, y en su mayoría (3.254) hacían alusión a posibles situaciones de maltrato.
A pesar de ese descenso, las diferentes delegaciones territoriales tramitaron a partir de esas 3.254 comunicaciones 2.860 expedientes que afectaban a 4.687 niños y adolescentes en toda la comunidad, frente a los 4.395 del año anterior.
Esto supone un 6,64% más de niños afectados, lo que en palabras de la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, evidencia que "este servicio público ha funcionado durante la pandemia". "La invisibilidad en que pudieron quedar muchos niños y niñas ante las circunstancias de aislamiento en los hogares, que dificultaba detectar posibles situaciones de maltrato en el ámbito familiar fue una de nuestras mayores preocupaciones durante el confinamiento", agrega.
Por este motivo, se mantuvieron operativos durante el estado de alarma los teléfonos de atención a la infancia y adolescencia a fin de facilitar a la ciudadanía atención directa para comunicar posibles situaciones de riesgo o desprotección, así como proporcionar información y atender consultas, tanto de personas adultas como de menores.
Córdoba representó el 8,21% de esas 3.254 llamadas por malos tratos. La mayor parte de ellas, 149, referían malos tratos emocionales, mientras que otras 96 hacían aludían a maltrato físico.
En 124 de las llamadas se mencionaban casos de negligencia, y en 5 de las mismas se apuntaba a posible violencia sexual. Hay que tener en cuenta que un mismo menor puede sufrir varios tipos de maltrato.
Respecto al sexo de los y las 417 menores implicados sobre los que se inició expediente en la provincia, 195 fueron chicos y 190 chicas, mientras que no se informó en 32 de los casos. En relación con la edad, 125 de ellos se encontraban entre los 12 y 17 años; 153 tenían entre seis y once años y otros 97 de cero a cinco años.
Sobre el origen de las 245 llamadas que fueron derivadas a los servicios competentes, en siete de ellas fueron los propios niños, niñas o adolescentes afectados quienes realizaron la llamada; mientras que 24 fueron realizadas por familiares; cinco por vecinos y otras dos por profesionales. En los casos restantes derivados las personas no facilitaron esa información.
Junto a posibles situaciones de maltrato infantil en el ámbito familiar, se detectó también un número relevante de llamadas para alertar sobre "incumplimientos" de las medidas establecidas en el confinamiento con la finalidad de proteger a los y las menores, así como las relativas a la ocupación de inmuebles en mal estado durante ese periodo.
Los técnicos también constataron numerosas llamadas dando cuenta de dificultades para respetar el régimen de visitas establecido durante el estado de alarma en caso de separación o divorcio, y que provocaron situaciones de incomunicación respecto a alguno de los progenitores.
La situación de tensión vivida en el interior de algunos hogares andaluces fue también objeto de llamadas de menores, que relataron episodios de violencia física por parte de alguno de sus progenitores o de la pareja sentimental de alguno de ellos.
Pero también hubo una mayor implicación ciudadana a la hora de proteger a los más vulnerables, y se percibió un aumento de llamadas de vecinos o allegados alertando de estos posibles casos de malos tratos. El confinamiento también tuvo incidencia en el volumen de llamadas recibidas en el resto de líneas de atención a la infancia.
Así, en el teléfono de información general en materia de infancia y adolescencia (900 92 11 11) se recibieron a lo largo del pasado año 1.046 llamadas procedentes de toda la comunidad, un 19,48% menos respecto a las 1.299 del año anterior.
De la misma manera, en la Línea de Ayuda a la Infancia (116111) se recibieron durante 2020 un total de 71 llamadas, un 35,4% menos que en el periodo anterior, de las que 62 (87,32% fueron realizadas por personas adultas.
Conexión directa con los servicios de protección Las líneas de Atención a la Infancia y la Adolescencia están interconectadas con la aplicación Simia, que permite la notificación a los Servicios de Prevención y los Servicios de Protección de Menores de las Delegaciones Territoriales, de manera electrónica e inmediata sobre las posibles situaciones de maltrato leve-moderado o grave comunicadas a través de las llamadas.
En Almería y Huelva, esta aplicación está también conectada con los Servicios Sociales de las Entidades Locales, a fin de alertar de las posibles situaciones de maltrato leve-moderado y su derivación directa a los servicios competentes, así como la realización de consultas de antecedentes que pudieran existir sobre los casos notificados.
A partir del 17 de marzo estarán interconectadas el resto de provincias para la recepción de las hojas de notificación dadas de alta desde los distintos ámbitos.