La extenista español Arantxa Sánchez Vicario lamentó este martes su dimisión como capitana del equipo español de la Copa Federación, y aunque dejó claro que no se posiciona "ni a favor" de las jugadoras "ni en contra" de la Real Federación Española de Tenis (RFET), cree que si ésta le hubiera "escuchado" podría haber hecho "muchas más cosas".
"Creo que, en estos momentos, la decisión era la mejor. Estaba entre las jugadoras y la federación, y que quede bien claro que quiero lo mejor para el tenis femenino, no me he posicionado ni a favor de las jugadoras ni en contra de la RFET", explicó Sánchez Vicario en el programa 'Intermedio' de 'Radio Marca', que recoge Europa Press.
La catalana señaló que "como capitana" no podía "ignorar" las quejas de las tenistas, que le pidieron su "apoyo" en su demanda de tener más torneos en España o más inversión en el tenis femenino, sobre todo en la base. "Las he escuchado. La Federación tampoco me explicó nada ni nunca me ha explicado proyectos", advirtió.
"Me voy con la conciencia tranquila, no tengo ningún problema con el presidente. Quien venga después que tenga más suerte. Es importante que si me hubieran escuchado podrían haber hecho muchas más cosas", aseguró la exnúmero uno del mundo.
Sánchez Vicario cree que no puede "ir detrás de la gente". "Lo único que quiero es ayudar y aportar lo máximo para el tenis femenino. Creo que lo podía hacer, estaba superilusionada cuando me nombraron capitana, pero creo que no están por la labor. Espero que esto sirva de revulsivo y sirva para que se sienten, mediten, dialoguen, lleguen a una solución y empiecen a hacer cosas", confesó, apuntando que "lo fundamental", en su opinión, es apoyar "al tenis base". "Deben escuchar a las jugadores, y tener más torneos en España, si hay posibilidad, para que no tengan que irse tanto tiempo fuera", prosiguió.
La barcelonesa comunicó "personalmente" al presidente José Luis Escañuela su decisión. "Me dijo que era una auténtica pena y que podríamos hacer muchísimas cosas", indicó, al tiempo que subrayó que el dirigente "no" hizo ademán tampoco por retenerla. "No hay marcha atrás, pero si necesitan algo tendrán mi apoyo", afirmó.
Finalmente, se refirió al futuro del tenis femenino. "Hay muy buenas jugadoras entre las 100 primeras y tres que vienen por detrás como Muguruza, Arruabarrena y Torró, que son un relevo. Estamos en una época complicada, lo mínimo es sentarse a dialogar y buscar lo mejor decisión", sentenció.
Arantxa Sánchez Vicario dimite como capitana del equipo de Copa Federación
La extenista Arantxa Sánchez Vicario ha presentado su dimisión irrevocable como capitana del equipo español de Copa Federación por, entre otras cosas, el anuncio de un importante grupo de jugadoras de romper sus relaciones con la Federación española (RFET), confirmaron a Europa Press fuentes de dicho organismo, que ha aceptado la renuncia de la extenista.
Así se lo ha comunicado Arantxa Sánchez Vicario en una carta remitida al presidente de la RFET, José Luis Escañuela, que ha llegado sobre las 13.30 horas al ente federativo, apuntaron las mismas fuentes.
"La Real Federación Española de Tenis acepta la renuncia de Arantxa Sánchez-Vicario a su puesto de capitana de la Copa Federación y le agradece los servicios prestados durante este año así como le desea todo lo mejor para sus proyectos presentes futuros", indica la RFET en un comunicado.
El organismo señala que ahora su departamento deportivo, dirigido por Albert Costa, se ha puesto a trabajar "en la búsqueda de un reemplazo para la capitanía de la selección española", que disputará la primera eliminatoria de Grupo Mundial II de la Copa Federación contra Ucrania en Alicante entre el 9 y el 10 de febrero, tras el descenso de la pasada temporada.
Sánchez Vicario, cuyo anuncio como capitana se hizo oficial hace un año, el 28 de diciembre de 2011, y debutó contra Rusia en febrero de este año en la primera ronda del Grupo Mundial en Moscú, tenía contrato con la Federación española hasta el 31 de diciembre de 2013.
La exnúmero uno del mundo se unió la semana pasada a una carta de las principales jugadoras españolas, a excepción de Anabel Medina y Lara Arruabarrena, en la que rompían "relaciones a nivel personal y profesional" con el presidente de la Real Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela.
