El alemán Nico Rosberg (Mercedes) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar con gran autoridad el Gran Premio de Europa, en la nueva pista urbana de Baku, capital de Azerbaiyán, donde su compañero británico Lewis Hamilton sólo pudo ser quinto, y el mexicano Sergio Pérez (Force India), tercero.
Rosberg, de 30 años, que el sábado había firmado su vigésima quinta 'pole' en F1, logró su decimonovena victoria en la categoría reina del automovilismo, la quinta del año, al ganar, liderando de principio a fin, una carrera en la que también marcó la vuelta rápida.
Nico, hijo del primer campeón mundial finlandés de Fórmula Uno, Keke Rosberg -vencedor en 1982 para Williams-, festejó su 'Grand Slam' al cruzar meta por delante del alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y del mexicano Sergio Pérez (Force India), que firmó el séptimo podio desde que pilota en Fórmula Uno y el segundo del año.
Y no lo pudo hacer de mejor manera, ya que, además, lo hizo ganándole terreno a Hamilton, su gran rival en la escudería de Brackley, que el año pasado revalidó para Mercedes el título de 2014, añadiéndolo al de 2008 con McLaren.
Hamilton, que llegó a tener una desventaja de 43 puntos tras las primeras cuatro carreras del año, ganadas en cadena por Rosberg, se había puesto a sólo nueve del piloto de Wiesbaden tras anotarse las dos últimas victorias, en Mónaco y Canadá.
Pero el inglés la 'pifió' el sábado, al estrellarse en la tercera ronda (Q3) de la calificación. Afrontó décimo el arranque de la prueba y bastante hizo con minimizar daños, al acabar quinto, por detrás del otro Ferrari, el del finlandés Kimi Raikkonen.
Rosberg lidera ahora con 141 puntos, 24 más que su excéntrico y espectacular vecino de garajes; y con 45 sobre Vettel, que tras encabezar el cuatrienio glorioso de Red Bull -entre 2010 y 2013- se reafirma como principal alternativa a un (sobre el papel imprevisto) descalabro de las 'flechas plateadas'.
Vettel acabó segundo en el recién estrenado circuito urbano, el segundo más larga del Mundial, después de Spa-Francorchamps, en Bélgica. Una pista de seis kilómetros y tres metros. Que puede presumir de la recta más larga del campeonato, de 2.200 metros.
En la que, sobre todo en las zonas más estrechas, en la parte antigua de la capital azerbaiyana, se preveían incidentes. Y después de reiterarse conjeturas acerca del número de veces que entraría a pista el 'safety car', resulta que el coche de seguridad no se usó.
Tampoco parecía clara del todo la estrategia. Y al final Rosberg ganó a una sola parada, la misma que hicieron los primeros seis clasificados -sexto fue el finés Valtteri Bottas (Williams)-, que cambiaron los neumáticos de compuesto superblando por los de blando.
En una carrera que no acabaron los dos españoles, Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Sainz (Toro Rosso), retirados en las vueltas 43 y 31, respectivamente, de las 51 que se dieron al nuevo circuito.
El doble campeón mundial asturiano, para evitar que un problema en el cambio no dañase otras partes de su coche. El talentoso piloto madrileño, a causa de un más que probable problema en la suspensión.
Y si Rosberg -que entró en boxes en el vigésimo segundo giro, retornó a pista líder y desde entonces siguió conduciendo primero hasta meta- se exhibió, no estuvo menos glorioso Sergio Pérez, que coronó con podio su sensacional actuación de todo el fin de semana.
Una guinda a punto de pudrirse cuando en el último ensayo libre del sábado el bravo piloto tapatío estampó su Force India, justo al final de la sesión.
Segundo en calificación, 'Checo', de 26 años, tuvo que sustituir la caja de cambios y perdió cinco puestos en parrilla. Pero salió bien. Y ya era cuarto en el séptimo giro, en el que Hamilton -que avanzaría otro puesto dos vueltas más adelante- circulaba sexto.
En la décima vuelta, el mexicano ya aceleraba en puesto de podio, que reafirmó no sólo con su talento, sino al acertar su equipo en la estrategia. Hamilton, que se quejaba de problemas que afirmaba no poder interpretar -y de los que finalmente se recuperó- paró en la 16. Y 'Checo' le cubrió perfectamente, entrando en garaje una vuelta más tarde.
Con Rosberg conociéndose victorioso a varias vueltas de meta; y Vettel inalcanzable, en los últimos giros lo que se planteaba era si Pérez mantendría la ventaja que le llevaba Kimi por debajo de los cinco segundos con los que el finés fue sancionado al infringir el reglamento cuando entró en garajes, en la novena vuelta.
No hizo falta. El mexicano se dio el gustazo de rebasar en pista, al final de carrera, al último campeón mundial de la Scuderia, allá por 2007. Ferrari se tuvo que conformar con un segundo y un cuarto; y con confirmar segunda plaza en el Mundial de constructores, por delante de Red Bull, que esta vez sufrió con los neumáticos para acabar séptimo y octavo con el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen, respectivamente.
'Checo' llegará octavo, con 39 puntos, al circuito de Spielberg, donde el primer fin de semana de julio se disputará el Gran Premio de Austria, el noveno de los 21 que integran el Mundial.