La reacción periodística a la eliminación de España de la Eurocopa 2016 ha sido unánime señalando un "fin de ciclo" de la Roja y la necesidad de una renovación a todos los estamentos, desde el banquillo con la figura de Vicente del Bosque a los jugadores, pero ¿es realmente un fin de ciclo antes de iniciar el camino al Mundial?.
La expresión 'fin de ciclo' reflejaba con exactitud lo que ocurrió hace dos años en la selección española tras la eliminación a las primeras de cambio del Mundial de Brasil. Aquello era un fin de ciclo en toda regla. El adiós de futbolistas que habían marcado una época, la más gloriosa de la historia del fútbol español.
Tras el Mundial 2010 futbolistas de la talla de Xavi Hernández, abanderado de un estilo, Xabi Alonso, David Villa, máximo goleador de la historia de la selección, anunciaban el fin de sus exitosas como internacionales. A la espera de lo que decidiese Vicente Del Bosque y la Real Federación Española de Fútbol, las derrotas ante Holanda y Chile habían impulsado un fin de ciclo.
Ángel María Villar vio en la figura de Del Bosque la idónea para realizar una renovación obligada de jugadores y al seleccionador que condujo a la Roja a las cotas más altas jamás alcanzadas, con la conquista de un Mundial y una Eurocopa, le pareció bien no marcharse con el mal sabor de boca y explotar sus conocimientos del fútbol base para ejecutar el cambio.
De esta manera inició un camino de pruebas rumbo a la Eurocopa 2016, en el que hizo debutar a 28 jugadores, varió el sistema para pasar a jugar con un nueve de referencia e incluso con dos, con la máxima de no tocar el estilo de toque que tan buenos resultados había dejado. Era el inicio de una nueva etapa, con la incorporación de jugadores que habían brillado en éxitos de las categorías inferiores. El crecimiento en la portería de David De Gea, la entrada de Koke Resurrección y el futuro con Thiago Alcántara, el salto de calidad de Álvaro Morata. Jugadores cuya historia en la selección no ha hecho más que empezar.
El presente, con el dolor reciente de una eliminación de una selección que había dejado síntomas de poder volar más alto en la competición, nunca se puede considerar un fin de ciclo. Jugadores como Gerard Piqué, Sergio Ramos o Andrés Iniesta dejaron claro nada más ser eliminados que seguirán liderando a España para estar en el Mundial 2018.
Solo dos de los 23 elegidos para la cita en Francia podrían dejar de ser llamados o renunciar. El primero Aritz Aduriz, en el momento goleador más dulce de su carrera a sus 35 años. El segundo Iker Casillas tras perder el puesto de titular en la portería y dejar su continuidad en el aire con mensajes ambiguos en las redes sociales.
Tan sólo en el banquillo es donde todo indica a que acaba un ciclo de ochos de duración. En la mente de Del Bosque lleva tiempo dando vueltas pasar a otras funciones en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Su decisión está tomada desde hace meses y se conocerá cuando hable con Villar para ejecutar un derecho a decidir que se ha ganado a pulso.