Aunque el español Jon Rahm todavía no ha podido ganar esta temporada un torneo y bajó al tercer puesto en las últimas semanas en la clasificación mundial, su nombre se encuentra entre los grandes favoritos a luchar por el título de la 103 edición del Campeonato del PGA, que dará comienzo a partir de este jueves.
Junto al vizcaíno, otros 155 golfistas estarán listos para luchar por el triunfo en el Ocean Course de Kiawh Island, Carolina del Sur, donde se va a celebrar la competición, y que batirá la marca de ser el campo más largo, 7,2 kilómetros, que haya albergado uno de los cuatro principales torneos profesionales de la temporada.
Todos ellos deberán aportar buen juego, valentía y controlar los nervios para superar cuatro rondas llenas de presión en lo que podría ser un campo de golf muy complicado si el clima, y en especial el viento, no coopera.
El jugador español no tendrá que correr esta vez hacia esta cita desde la sala de partos, como hizo en el Masters de abril y tendrá la gran oportunidad de conseguir el gran sueño de su primer major. Su esposa dio a luz al primer hijo de la pareja unos días antes de la semana del Masters. Aún así, Rahm terminó empatado en el quinto lugar, su sexto top 10 en sus últimos 12 majors.
Rahm no ha jugado su mejor golf en los últimos torneos, pero se espera que luche desde el primer día por estar entre los favoritos, que encabeza el norirlandés Rory McIlroy, quien en el 2012 ya ganó en el mismo escenario con una ventaja de ocho golpes, el margen más amplio en la historia del torneo.
McIlroy después de ganar hace dos semanas el torneo de Wells Fargo y acabar con 18 meses de sequía sin un título, ha vuelto a colocarse entre los favoritos al triunfo, al igual que los estadounidenses Dustin Johnson, líder en la clasificación, y Justin Thomas, que ocupa el segundo lugar tras desbancar a Rahm, que es tercero.
Aunque Johnson y su compatriota Brooks Koepka llegan al segundo mayor de la temporada con lesiones persistentes en la rodilla.
Junto a ellos jugadores como los estadounidenses Jordan Spieth, quien ha resucitado su carrera esta temporada después de una larga caída, intentará convertirse en el sexto jugador de la historia en completar el Grand Slam de su carrera.
Johnson, aparte de ganar el Masters, al nativo de Carolina del Sur probablemente nada le gustaría más que ganar un major en su estado natal. Se retiró del inicio de la semana pasada en AT&T Byron Nelson debido a una molestia en su rodilla y no ha sido él mismo desde que ganó una chaqueta verde en noviembre.
Thomas, ganador del torneo en el 2017 le encantan las decisiones difíciles que conlleva jugar en un campo diseñado por Pete Dye, como lo demuestra su victoria en marzo en el Players Championship en TPC Sawgrass. Sin embargo, tendrá que golpear mejor de lo que lo ha hecho últimamente.
Mientras que el estadounidense Xander Schauffele, después de Rahm, posiblemente el mejor jugador del mundo sin una victoria en un major, estuvo dolorosamente cerca, de nuevo, en el Masters de abril, y terminó empatado en el tercer lugar después de que su golpe de salida del domingo en el par 3 16 se fuera al agua.
Otros dos jugadores estadounidenses, Bryson DeChambeau y Collin Morikawa, junto con el joven noruego Viktor Hovland, de 23 años, se encuentran en la lista de los favoritos a luchar por el triunfo.
Mientras que el golf español, además de Rahm también estará representado por el veterano Sergio García, que si llega con su mejor inspiración sabe como ganar un major.
En cuanto a la representación latinoamericana estará encabezada por el mexicano Abraham Ancer, el joven chileno Joaquín Niemann, el colombiano Sebastián Muñoz, el mexicano Carlos Ortiz y el argentino Emiliano Grillo.
Niemann ha fallado el corte en cinco de sus siete aperturas en las mayores, pero su forma va en la dirección correcta, con 11 top 25 en 16 aperturas en la gira esta temporada lo coloca como la gran esperanza latinoamericana en el Campeonato del PGA.