El Gran Teatro Falla se llenó por tercera vez de diablos con el coro de Nandi Migueles.
En el primer tango, crítica dura al gobierno, a la oposición y a la situación política del país en general. En el segundo de los tangos reprodujeron la conversación de un abuelo con sus nietos, a los que les explica lo qué significa para él el carnaval.
Y regresa el interminable estribillo en la tanda de cuplés, característico de Migueles. Sobre los nombres de las calles y la aguja de oro hablaron los cuplés.
Este coro sonó muchísimo mejor que en su primera actuación.