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El jardín de Bomarzo

Mis queridos Reyes

Son muchos ya, estimadas realezas, juntando letras para realizar peticiones en la confianza de que sus majestuosas divinidades tengan a bien concederlas

Publicado: 04/01/2019 ·
11:36
· Actualizado: 04/01/2019 · 11:36
  • El jardín de Bomarzo.
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Bomarzo

Bomarzo y sus míticos monstruos de la famosa ruta italiana de Viterbo en versión andaluza

El jardín de Bomarzo

Todos están invitados a visitar el jardín de Bomarzo. Ningún lugar mejor para saber lo que se cuece en la política andaluza

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Un año más, queridos tres. Son muchos ya, estimadas realezas, juntando letras para realizar peticiones en la confianza de que sus majestuosas divinidades tengan a bien concederlas, de lo contrario advertidos quedan que para venideros habrá negociación con Papá Noel ahora que tan de moda está eso de pactar con quien sea. No es de mi agrado el gordito de rojo, ya les anuncio, que parece que se acaba de comer medio trineo de renos asados, pero como lo lucrativo por aquí estos días es negociar a mejor postor y aún prefiriendo a sus morunas majestades por cuanto siempre me ha sido más cercano el camello que el reno, ejem, me veo en la desagradable tesitura de advertirles de antemano o buscaré apoyos más lucrativos en otras fantasías.

Anoten pues y ejerzan, por tanto, con real eficacia... Para Juanma Moreno solicito la versión remasterizada de Murieron con las botas puestas y un décimo para la Lotería de El Niño, le toca, y para su inminente nuevo socio a futuro Marín, Juan, una maqueta hecha de palillos de dientes del pantalán de Sanlúcar donde Cristóbal hace caja para que la ponga en su nueva mesa de vicepresidente del gobierno y así no olvide dónde atraca la nave del futuro; para Antonio Maíllo la versión en latín de Bomarzo de Mújica Laínez, enorme libro que una tarde de verano sanluqueño tuvo a bien recomendar e, importante, para su compañera Teresa Rodríguez el Qué sé yo -la nana de Silvio Rodríguez- para que junto a kichi se la cante al oído a su bebé cuando nazca y que éste lo haga sano y fuerte, que la música suave y los niños maridan perfecto.

Para Susana Díaz, qué pedir que no sea el desacuerdo entre PP, Cs y Vox para que recupere la senda perdida... O un puzle de cinco mil piezas entretenido que termine formando el mapa de Andalucía y, sobre él, una frase: fue bonito mientras duró y, además, un frasco de arena de coto de Doñana para que no olvide el olor a tierra andaluza libre que vota lo que quiere; para Santiago Abascal, el jefe en Vox, moderación en barritas de cereales porque aunque casi 400 mil andaluces le han elegido no pierda la estabilidad bajo los pies y sea consciente de que lo han hecho movidos por la rabia y la necesidad de cambio, legítimo claro está, y un consejo: que no vaya a los estudios de televisión a hacer entrevistas con una pistola porque, obviamente, los periodistas se acojonan... Para Pedro Sánchez un trampolín donde practicar para mejorar ese andar chulesco que tiene y que siempre parece terminará en salto para hacer una triple pirueta mortal con el consiguiente aplauso del asombrado público y, evidentemente, un Falcon de juguete para que lo vuele cuando se aburra en sus reuniones... A Rajoy nada, por cansino, a Casado las memorias completas del beato Escrivá de Balaguer, puag, a Rivera un Rioja y a Iglesias el juego de cocina de Hello Kitty y un libro de recetas para hacer la barbacoa perfecta y saque rendimiento así a cada uno de los 660.000 euros que costó su chalet -y eso que nunca iba a abandonar Vallecas, su barrio... No te cabe ná, Pablo-.

A Antonio Sanz, no me olvido de ti estimado, el papel de Tyrion Lannister en el Juego de tronos que se ha convertido el PP de Cádiz, donde Pepe Ortiz iba a ser Jon Nieve y está rompiendo más en Meñique... Para el aún alcalde de Vejer, estimadas majestades, además un karaoke para cantar Juntos de Paloma San Basilio a dúo con Saldaña, don Antonio, para quien expresamente solicito una lavadora marca Balay nueva, eso sí, donde centrifugar con éxito aquellas cosas que maneja sin que se le vea -un genio conduciendo a oscuras-. A su amigo Loaiza, don José, una puerta grande, giratoria, con un cartel luminoso verde arriba que ponga Exit y que le lleve allí donde su cuerpo se sienta cómodo, mientras que a Teófila un puerto en Cádiz donde asentar el futuro ahora que la Junta parece que le será amiga o, al menos, conocida... 

A Irene García unos prismáticos de largo alcance para que desde el camarote, planta quince hotel Guadalquivir, vea bien cómo sube el río serpenteando, Bonanza a la derecha, en una mañana de luz, y a Victor Mora una explicación creíble, majestades, de cómo Vox ha sacado en su pueblo casi tres mil votos y madalenas del convento de las monjas para su cola cao de por las tardes -está creciendo...-. A De la Encina otro gatito para que así tenga la parejita y a Javi Arana, ya que tiene por fin tele tras tres años pidiéndola en esta misma carta, un buen sillón de masajes para que la vea to cómodo. Para Chiqui, el vice en funciones, solicito amablemente una barca rotulada El Retiro que pueda echar al agua por Santi Petri para que, caña en mano, lance en busca de doradas o sargos o lubinas y pase así las tardes viendo amaneceres chiclaneros ahora que las labores le dejarán huecos, y a su casi fiel López Gil, Nando, un destino tipo senado no sea que si no tenga que ir en las listas por el PSOE de San Fernando donde Patricia Cavada seguro le daría hueco llegada la urgencia. A Ruiz Boix, otro fijo en la carta, un destino junto al de Nando, de quien es muy buen amigo a ratos, ejem, para que así pueda salir de San Roque porque allí ya lo tiene todo visto. Para mi Antonio, una pasarela que le lleve a la orilla del río correcta donde acomodar espacio y sigla.

A Mamen Sánchez la colección completa de Los Cinco, que eran dos chicas y dos chicos, acompañados de un perro, que hacían de detectives ante muchas situaciones de aventuras y misterio... Es como cruzar la calle Consistorio desde el Arenal, no sabes nunca lo que habrá al final del trayecto; a Laura el libro Nuevos hombres buenos: la masculinidad en la era del feminismo de Ritxar Bacete y a José Antonio Díaz el coche oficial de los clic de playmovil con conductor, formato clásico, peluca de quita y pon incluida. A Camas, una portada del Diario nombrándole jerezano del año y a Santiuna baraja de Tarot para practicar la cartomancia, jé. Un juicio justo, aunque lo justo sería que no hubiese juicio, para los técnicos encausados en la trama Gürtel de Jerez y que de manera torcitera algunos usan para señalar.

Una Vela roja para mi amigo y así las noches de insomnio y contención y rezo tenga un halo de luz que le señale el sendero y con ella se ilumine, además, el camino de este año y siempre de quien luce nuestra más querida sonrisa y, para ella, una paleta de colores con la que pintar bonitos jardines de flores. Otra vela sobre enorme y delicioso pastel con el número 30 para esta casa, Publicaciones del Sur, por su perseverancia enorme e infinita, su carácter y por todos y cada uno de los que durante tres décadas de ella han hecho y hacen un modelo de entender el oficio de comunicar; sobre todo para quien, él lo sabe, tiene todo el mérito. Abrazo de hermano.

No citaré a otros tantos queridos míos, buenos amigos, que tienen la costumbre de leer esta carta todos los años y, alguna que otra vez, jardines sueltos según el tema -no son fijos, pero siempre constantes-. Que no les falta, sobre todo, ganas de reír y eso para todos: al final lo mejor de todo es ir sobrado de ese balbuceo lúdico que raramente se produce en soledad porque siempre que te ríes lo haces en simpatía y compañía de alguien apreciado. Por eso, risas a manojos, son baratas y hacen mucho bien.

Para uno, poco. Rondando la perfección extrema, humilde, atlético, fibroso e intelectualmente al límite de lo sobrenatural, quizás solo un espejo a tamaño natural donde la realidad imperfecta quede reflejada. Eso y pluma, pero por Dios la de tinta no cometamos errores..., para insistir en la idea este 2019 de reaccionar por escrito y libre. Nada más, un beso a los que este año no cité por exclusiva falta de capacidad del autor de la presente y, para todos los que hasta aquí a bien tuvieron llegar, una montañita de gominolas de colores para endulzar su divina, esperada y majestuosa visita, mis queridos Reyes.

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