La próxima semana, del 18 al 21 de junio, un total de 520 alumnos portuenses afrontarán las pruebas de acceso a la universidad. Unas jornadas claves en las que los nervios suelen acompañar a la mayoría de los estudiantes. “El mayor consejo que les damos es que vayan tranquilos, porque en estas pruebas se juegan su futuro o, principalmente, la carrera que quieren estudiar el próximo año”, ha comentado Pilar González, tutora del centro educativo Safa San Luis y profesora que durante años ha acompañado a los alumnos a esta prueba.
Así, también se recomienda que durante el día previo a la primera jornada no se estudie. “El día antes se suele decir que reposen, que duerman bien y se relajen yendo al cine o a la playa, pero ninguno de ellos suelen seguir estos consejos”, ha puntualizado González.
Se suele decir que el primer examen es el que se hace con más nervios, pero a medida que va transcurriendo la mañana, los alumnos se van relajando. “Los chavales se van dando cuenta que todo lo que les preguntan en los exámenes son cosas de la materia que se han estudiado y que los que están en los tribunales les atienden sus dudas, lo que hace que los alumnos se sientan como si estuvieran en su centro”, ha señalado esta profesora.
Entre las carreras que siguen estando más demandas, las del sector biosanitario siguen estando a la cabeza. “Sobre todo medicina, enfermería, fisioterapia… por eso los alumnos que quieren estas carreras, que saben que necesitan una nota alta, van con más presión a estas pruebas, pero deben darse cuenta de que es un examen más”.
Y, como suele ocurrir, hay alumnos que “se lo curran más y otros que menos”, pero sí es cierto que la actual situación económica ha generado un cambio en las actitudes. “Entre el año pasado y éste sí que venimos observando que los chavales de Bachillerato son más trabajadores. Creemos que son más conscientes del porvenir que tienen, por la crisis, porque en su casa se den situaciones de paro, y se preocupan en esforzarse más”, ha subrayado Pilar González.
Ahora, y a escasas jornadas de la Selectividad, sólo queda hacer el último repaso y confiar en que los nervios no jueguen una mala pasada.
