“Estoy contento de poder dar mi granito de ayuda para gente que lo necesita”. Así se ha expresado Pedro Marenco, un portuense que reside actualmente en Filipinas y que ha vivido de cerca la tragedia y que, incluso, ha contribuido en estos últimos días. “La situación por islas como la de Bohol, que sufrió el terremoto y luego vino el tifón y que es donde tengo la experiencia personal de haber estado, es muy triste porque, por lo que sé, estas personas no tiene ni agua ni luz ni alimentos y la situación llega a ser incluso peligrosa, porque buscan comida de cualquier manera”, cuenta Pedro.
Y es que, aunque Marenco reside en la capital de Filipinas, en Manila, jugando al fútbol profesionalmente, cuando se le ofreció la oportunidad de ir a Bohol no se lo pensó ni un segundo. “Estuve en Bohol por un equipo de ayuda que esta allí; viví la mejor experiencia de mi vida el ayudar a eso chicos y a personas que han visto como casi todo lo que tienen ha quedado destruido, y es que no tiene colegios y las iglesias han quedado en muy mal estado”, ha narrado este portuense. En este sentido, Pedro Marenco ha relatado a este medio cómo descargaron “material para construir aulas de madera y chapa para que los chicos puedan seguir estudiando”. Cuenta que “muchos de estos chicos no tienen materiales para estudiar y, aunque estaban triste por lo ocurrido, se sintieron contentos de que estuviéramos allí ayudándolos”.
Una experiencia que, sin lugar a dudas ha marcado la vida del jugador portuense y que, a su vez, le ha llenado de satisfacción. “En Bohol dimos un ‘Sport Clinic’ a 50 chicos y algunos de ellos, incluso, no podían jugar porque no tenían botas o estaban lesionados por el terremoto; el campo donde dimos el curso estaba muy mal, con piedras, maderas… por lo que lo tuvimos que limpiarlo”, ha puntualizado Pedro Marenco que ha añadido que, aunque los habitantes de la zona estaban bastante traumatizados por lo ocurrido, “lo que más me alegró es que pudimos hacer que se sintieran cómodos y lo mejor fue verles sonreír después de todo”. Como experiencia emotiva, Marenco ha rememorado el agradecimiento de un chico filipino que le confesó sentirse “muy feliz” de que pudiera enseñarle y de la ayuda ofrecida a su familia.
En este sentido, el futbolista ha explicado que está a la espera de poder enviar 20 equipaciones deportivas y guantes de portero que ha comprado para que ellos puedan seguir jugando al fútbol con su equipo.
Una experiencia que Marenco ha calificado como “la mejor de mi vida, al poder ayudar a personas tan necesitadas” ya que, “lo poco que se pueda poner, es increíble”.
Pedro Marenco llegó a Manila después de estar en Inglaterra la temporada pasada en Londres. “Estaba jugando allí al futbol, y tuve una lesión, con lo que se me acabó la liga; Y, esta pretemporada, firmé en otro equipo inglés pero al comenzar la temporada, un agente deportivo me ofreció venir aquí con buenas condiciones y acepté”, ha comentado el futbolista. Una decisión de la que, a pesar de la lejanía con España, se ha sentido muy satisfecho, ya que “la gente me ha acogido muy bien y aquí son muy amables”.
Al enterarse de la tragedia ocurrida en Filipinas, y como no podía ser de otra forma, su familia mostró inmediatamente su preocupación. “Cuando supieron que estaba bien y que no me había ocurrido nada, se sintieron aliviados, pero a la vez tristes por los sucesos de aquí”, ha señalado Marenco, que ha apuntado, asimismo, que desde El Puerto “se sintieron muy orgullosos de mí por esto que estaba haciendo y que suponía además para mí un plus de motivación”.
No obstante, Pedro no es el único portuense que se encuentra en tierras filipinas, ya que junto a él están Antonio y Carlos. “Llevo ahora dos meses en Manila y fuera de casa desde agosto, y, aunque llegué solo, sabía que aquí vivían dos buenos amigos míos desde niños de mi barrio de El Puerto”.
Principales necesidades
Como ya se ha escuchado por activa y por pasiva en los medios de comunicación, una de las principales necesidades es el agua potable. “Lo más urgente que piden es agua, sobre todo, y comida enlatada, porque no tienen cómo cocinar”, ha subrayado Marenco. Igualmente, se tiene constancia que desde la capital filipina se está repartiendo la ayuda a las ciudades más afectadas.
Igualmente, Marenco ha visto como se están realizando “donaciones de alimentos para las ciudades más afectadas y, también el ejército está saliendo para dar comida y se están programando ayudas para las otras ciudades que están haciendo un gran trabajo”.
