luis miguel morales | La historia no puede terminar bien, ninguna lo hace cuando por el camino se ha ido a salto de mata, cual elefante en una cacharrería y con la improvisación como elemento básico diario de manual. No caben muchas más interpretaciones posibles.
Es chocante y chirriante. Que se nos haya vendido cómo por primera vez en la historia portuense íbamos a tener unos Presupuestos en el que la ciudadanía (palabra fetiche del buenismo exacerbado) tendrían voz y voto sobre ellos.
Una voz a tiempo parcial, dicho de paso, pues solo 300.000 de los 100 millones de euros con los que contará el hasta ahora inexistente Presupuesto, ha tenido la intervención ciudadana como elemento decorativo y estéril.
Solo el 0,3 % del Presupuesto municipal es el que los ciudadanos han participado. ¿Más que los de antes? Sin duda alguna. Pero sin olvidar que mes y medio después de comenzar el año, sin él todavía y sin visos a que vaya a venir pronto, seguimos sin él.
Eso sí, no perdemos el tiempo en vender lo bien y buenos que somos y nos vamos a Conil a la Jornada Andaluza de Democracia y Presupuestos Participativos. ¿Cómo se puede dar clases de nada sin haber hecho la tarea en tu casa?
Si lo importante es la participación independiente de su resultado, pues también vale, para qué discutir. Una innovación que se nos ha querido hacer ver como el adalid democrático que ha tenido una mayor importancia -viendo su trayectoria- las intenciones que su resultado final.
Estamos a 17 de febrero, casi 50 días desde que comenzamos 2017 y aún estamos sin un Presupuesto para el presente año. Otra muestra más de la altura resolutiva de este perezoso equipo de Gobierno, que se desvive más en cómo se viste el asunto que en ofrecer una solución factible y real.
Otra muestra más de que la teoría -la perfecta- se idealiza a tamaño descomunal y que muere inútilmente en la orilla de la incapacidad pronunciada de un Gobierno desautorizado.
Querido Quique, cada vez estoy más convencido que estamos viviendo en una época en la que se nos está ninguneando el presente y, lo más peligroso, condicionando el futuro de la ciudad. Es un tiempo perdido a todas luces.
Un pasar el calendario ante un final predecible y oscuro. El no contar con un Presupuesto que cuantifique las partidas municipales es el preámbulo para que la cascada de problemas comience a sucederse.
Al tiempo.
Un Ayuntamiento en minoría no podrá nunca. Nunca. Te lo escribo otra vez, Pedregal, nunca encontrar solución a nada. Ésta está en la confianza y este bipartito, PSOE-IU, con David de la Encina Ortega y Antonio Fernández Sancho a la cabeza, ni saben ni pueden ofrecer hoy por hoy ninguna. Cero soluciones.
La política se basa en la credibilidad y ninguno de los dos tiene ya rédito suficiente como para abanderar nada. Mucho menos un presupuesto que rondará (el día que lo presenten) los 100 millones de euros.
Seguimos esperando mientras a que los días vayan pasando, a la espera de cerrar la etapa. Buen día, amigo.
Quique Pedregal | Pues mira, Luismi, en cierto modo da un poco lo mismo que haya presupuestos o no. La ciudad no se va a quedar paralizada por eso. Siempre existe la posibilidad de la prórroga de los mismos.
Ante esto pueden suceder varias cosas. La primera es que el equipo de gobierno se faje hasta límites insospechados y comience a negociar con los partidos de la oposición para llegar a los deseados trece votos a favor. Asunto difícil este, pero no por ello imposible.
En este caso tendrían que contar además de con los partidos, con las asociaciones de vecinos y otros colectivos que puedan influir en la decisión de los de la bancada de enfrente. Una especie de presión social a los veinticinco que se sientan en Isaac Peral para que la ciudad funcione mejor.
Otra opción es que el bipartito, que está muy solito salvo para votar medidas pseudoprogres (concertada, elección de coquinero…) diera un paso adelante y llegara al Pleno sin la convicción absoluta de que los presupuestos iban a ser aprobados.
Otra posibilidad complicada pero tampoco desechable, ya que lo más probable es que la oposición, si asisten todos los convocados, tumbe el proyecto económico que se plantee.
Una tercera opción es que PSOE e IU dejen pasar el tiempo y se encuentren con unos presupuestos prorrogados, al menos, para poder subsistir. Añadir que, además, como ya sabemos, necesitarían de la correspondiente fiscalización de organismos superiores.
¿Qué sería lo deseable? Que se pusieran de acuerdo ellos y ellas por el bien de nuestra ciudad, pero me temo que eso va a ser un sueño utópico. En definitiva Luismi, para mí que la oposición está esperando ver pasar el cadáver de su enemigo por delante de su casa. Triste y penoso para una ciudad que necesita del empuje de unos y otros.
El Puerto y los portuenses se merecen unos representantes, desde el primero hasta el vigésimo quinto, que se partan la cara por los ciudadanos.
Y eso, no va a pasar, amigo. Lo que yo te diga.
