Sabemos que no es la insignia más bonita de las hermandades, también que no debe de ser una insignia fácil ni cómoda de llevar por sus dimensiones, pero eso sí, es la insignia que representa y da su seña de identidad a la Semana Santa portuense.
No corren tiempos fáciles para sacar guiones a la calle, ya que los cortejos de hermanos nazarenos son cada vez más jóvenes; en algunas hermandades en vez de crecer el número de hermanos en el cortejo, decrece con el paso de los años y, por último, las personas encargadas de sacar el guion en alguna hermandad cada vez tienen más edad por lo que se hace complicado buscarles un relevo.
El viento no debe de ser excusa para dejar el guión en el Templo ya que el propio Domingo de Ramos, con una levantera considerable, las hermandades de la Borriquita y la Flagelación los pusieron en la calle; el de la Borriquita sólo procesionó hasta la Basílica al sufrir el mismo una rotura en plena calle, eso sí debidamente recogidos y con un mástil de un tamaño un poco menor al del tradicional guion portuense.
El Martes Santo, la Hermandad del Dolor abrió su cortejo por delante de la Cruz de Guía con su guion. Se trata de uno de los de mayor envergadura de la ciudad; el Miércoles Santo, la Oración en el Huerto igualmente procesionó con el guion y a partir del Jueves Santo es cuando se va perdiendo la presencia del mismo en los cortejos procesionales de la Hermandad de la Humildad y Paciencia o en el Nazareno que tan sólo puso en la calle uno de los dos guiones que la hermandad posee y que le daba esa peculiar estampa a la Madrugá portuense.
En la tarde del Viernes Santo, ¿quién no recuerda el guión verde y blanco de la hermandad de la Vera Cruz ondear al viento? Se trata del guión más alto de todas las hermandades de la ciudad, que este año se ha quedado en San Joaquín a la espera de tiempos mejores.
Hasta hace pocos años era bonito ver como se abría el cortejo de la hermandad de la Soledad con una representación de los guiones de la ciudad acompañando al de la corporación del Viernes Santo; en este 2017 no abrió ningún guion el cortejo morado y negro.
Dejo fuera de este repaso a las hermandades de Afligidos y Misericordia, ya que desde hace bastante tiempo han desaparecido los guiones de su cortejo, al igual que en el Resucitado, y desde estas líneas las animo a que recuperen esta tradicion.
¿Será este el momento de estudiar en las hermandades de la ciudad una reducción del tamaño de los mismos para adaptarlos a nuestros tiempos? Esta sería la mejor opción para que no se perdiera nuestra idiosincrasia, para que las grandes banderas sigan ondeando al viento cada tarde de Semana Santa y para que la insignia más portuense no se pierda y así mantener una de nustras más profundas tradiciones.
