La empresa municipal Impulsa El Puerto está abocada a tiempos convulsos ante el panorama que se le presenta en diferentes frentes abiertos que mantiene vivos desde un tiempo a esta parte, y donde las noticias negativas que se le acumulan ante la deriva en la que se está sumiendo.
A la situación de incertidumbre y sus dudas de viabilidad como entidad y ante un futuro cuanto menos comprometido, los visos de hallar una resolución satisfactoria se van alejando ante las noticias que se van conociendo.
Ni que decir tiene la situación espinosa en la que se encuentran los trabajadores que han reiterado públicamente su preocupación por su futuro y en el que incluso han denunciado las “prisas” por las que desde el propio Ayuntamiento se les está presionando para una negociación a la baja y adelgazar una plantilla a la que se le adeuda ya la mitad del mes de septiembre.
Con la espada de Damocles apuntando a su estabilidad laboral, igualmente, reprochan la falta de sensibilidad del equipo de Gobierno y en la que a diferencia de estos no se ha dudado en apoyar a otras empresas con dificultades, como por ejemplo Quinta Ingeniería o la inyección económica aportada a Suvipuerto.
La penúltima noticia recibida estos días ha sido el embargo de la Agencia Tributaria por un valor de 128.287 euros, una diligencia que está fechada a 28 de septiembre pasado.
Dicha cantidad se reclama a los proveedores, al objeto de “cubrir el importe de la deuda no ingresada en periodo voluntario, el recargo de apremio ordinario, los intereses y costas del procedimiento de apremio”. El cumplimiento de la orden de embargo debe darse en “cumplimiento en el plazo de 10 días hábiles”.
El ente, en pre concurso de acreedores, al igual que el resto de las empresas municipales, lejos del objetivo marcado de darle un mejor porvenir, sus políticas las comprometen.