Francisco Aurelio Dávila
Si de algo puede presumir Ciudadanos es de contar entre sus filas con una mujer del calibre político de Inés Arrimadas. La política jerezana aparecía esta semana por nuestra ciudad en una visita efímera pero mediática en la que parecía que era ella la que tenía que guiar por El Puerto a sus acompañantes.
Es sabido por todos lo mucho que ama el Sur de España pero, una cosa es la categoría política y el prestigio de Arrimadas, la defensa que hace de la unidad de España y su popularidad y otra bien distinta la calidad del partido a nivel Municipal.
Si bien podríamos pensar utópicamente que Inés sería una gran candidata a presidir nuestro país en caso de presentarse a presidenta por el Congreso de los diputados, parece que se utiliza su imagen como único reclamo efectivo y propagandístico del partido para conseguir votos nacional y municipalmente debido a la ineficiencia de la agrupación local y el poco conocimiento que tiene la ciudadanía con respecto a los integrantes de las listas de la formación naranja en El Puerto, a excepción de la reciente irrupción del actual presidente del Consejo Local de Hermandades José Manuel Castilla; cuyo paso al frente no sabemos como les habrá sentado a las hermandades y cofradía a las que representa.
Cs El Puerto intenta ahora, en un esfuerzo por darse a conocer en último momento de cara a las Municipales, aprovechar la campaña de las Elecciones Generales y la fama de la jefa de la oposición en la Generalidad, para acercarse a la gente y arañar votos que por sí solos, serían incapaces de conquistar.
No creo que Cs El Puerto sea digno de la confianza y el interés de nuestra ciudadanía, ya que tras cuatro años sin dar señales de vida en la ciudad de los Cien Palacios, ahora se presenta como salvador de la ciudad y pone de escudo a Arrimadas para que en su “paseo ciudadano” alguien se les acerque y puedan hacer conocida a una lista aún incompleta, que de pasearse en solitario por las calles de El Puerto, pasaría totalmente desapercibida por la poca implicación de sus miembros con la vida portuense y por lo desconocido de la mayoría de sus perfiles, además de su extraña afición a acudir a actos del partido en otras ciudades y no reivindicar las necesidades de esta villa marinera.
Estamos ante la única agrupación que ha tenido la legal pero aparentemente “indecente” ocurrencia de presentar como alcaldable a alguien con la intención de compartir la Alcaldía con un puesto de diputado por Cádiz; dejando claro así que El Puerto le sabría a poco en sus aspiraciones políticas. Bien les valdría , en otra ocasión poner de alcaldable y reclamo propagandístico a Manolo El Polvorón, ya que al menos a nuestro querido Manolo sí que lo conoce todo el mundo y sabemos lo mucho que ama nuestra tierra y defiende nuestras tradiciones además de que no la cambiaría por ningún puesto en diputación. Aunque pensándolo mejor, Manolo tiene mucha más categoría que eso y está por encima de ideologías y partidos.
Ah, sí… además le falta maldad. Dicho esto, solo cabe decir que mientras Cs El Puerto siga siendo el partido del secretismo, el mutismo y la desconfianza, y mientras la líder de la oposición de la Generalidad Catalana tenga que ser la que le dé importancia en prensa a una agrupación que elije su lista a dedo sin consultar con sus afiliados, podemos decir sin complejos: Arrimadas Sí, Ciudadanos No; al fin y al cabo, no será ella la que tendrá que lidiar con los problemas de los portuenses y ni tan siquiera con los de la nación. A ella le esperan otras batallas muy duras y agresivas, que nada tienen que ver con El Puerto.