La detención de otro miembro de la familia de los cinco hermanos Beltrán Leyva, significa un nuevo éxito en el combate al narcotráfico emprendido por el Gobierno de Felipe Calderón, que comenzó desde la toma de posesión hace tres años y que había recibido fuertes críticas.
Con este segundo golpe contra el cártel de los Beltrán Leyva, que se produce después de la muerte de Arturo Beltrán, uno de los capos más buscados de México el pasado 16 de diciembre en Cuernavaca, el Gobierno se anota un nuevo triunfo después de los severos señalamientos por utilizar a las Fuerzas Armadas en una guerra que ha dejado más de 15.000 muertos en los últimos tres años.
El Gobierno ha insistido reiteradamente que no retrocederá ante la violencia de los cárteles y que utilizará toda su fuerza para someter al crimen organizado.
El ministro de Gobernación, Fernando Gómez, reiteró recientemente que el Gobierno usará todos los recursos del Estado para someter a los delincuentes que utilizan la violencia en contra de la sociedad.