Según la agencia oficial de noticias saudí SPA, desde primera hora de ayer grandes grupos de peregrinos se dirigieron a Mina, a unos diez kilómetros al este de La Meca, en el llamado Youm el Tarueya (día de la reflexión), una jornada dedicada al recogimiento, la meditación y la oración.
Es en Mina donde, según el Islam, Abraham acudió para cumplir la orden de Dios de sacrificar a su hijo Ismael, antes de que Alá le enviara un carnero.
Vestidos con el Ihram, dos piezas de tela blanca sin costura para los hombres y una túnica larga para las mujeres, todos entonan al unísono Labbaik Allahuma Labbbaik (Aquí estoy, oh señor), con distintos acentos de todo el mundo, al tiempo que avanzan hacia el valle.
Durante todo este tiempo, los peregrinos no pueden cortarse el pelo, ni afeitarse, limarse las uñas, perfumarse o cubrirse la cabeza en el caso de los varones.
Las mujeres sí deben cubrirse el cabello, pero no la cara, aunque se la tapen en sus países de origen.