Además hay dos heridos graves y otros seis hospitalizados
El secuestro de un autobús en el que viajaban una veintena de turistas de Hong Kong se ha saldado con la muerte de siete de ellos, mientras que otros dos resultaron heridos de gravedad y seis más han tenido que ser hospitalizados, según ha informado el jefe del Ejecutivo de la antigua colonia británica, Donald Tsang.
Previamente, el ministro del Interior filipino, Jesse Robredo, había informado de que al menos cuatro de los rehenes habían muerto durante el secuestro, obra de un ex policía que exigía su reinserción en el cuerpo, de donde fue expulsado en 2008.