Los combates de mayor envergadura tuvieron lugar anoche en la provincia oriental de Nangarhar, donde las tropas fueron atacadas mientras buscaban a un líder talibán en el distrito de Sherzad, según un comunicado de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión de la OTAN en Afganistán.
De acuerdo con la nota, las fuerzas de seguridad respondieron al ataque y acabaron con la vida de al menos 15 insurgentes sin sufrir bajas entre sus filas.
Mientras, en la conflictiva provincia meridional de Helmand, efectivos de la ISAF y del Ejército afgano lanzaron este viernes una operación contra células de la insurgencia en el distrito de Musa Qalah, según otro comunicado difundido hoy por el organismo militar multilateral.
Las tropas recibieron hasta 17 ataques durante el operativo y recurrieron a un bombardeo aéreo para destruir una infraestructura de túneles de los integristas compuesta por varios búnkers.
En el marco de la ofensiva, al menos dos talibanes murieron y muchos otros fueron detenidos, siempre de acuerdo con la versión de la OTAN, que agregó que en su bando no se registraron víctimas mortales ni heridos.
Las fuerzas de seguridad inspeccionaron además unos 70 edificios de la zona y se incautaron de armamento, explosivos y sistemas de comunicación.
Los talibanes tienen sus principales bastiones en el cinturón suroriental del país, donde predomina la etnia pastún. En estos territorios tienen lugar constantes sucesos violentos.