Defiende que no intentó huir del lugar de los hechos una vez que tuvo lugar el fatal siniestro
Fernando Vargas, condenado a seis años y seis meses de cárcel por atropellar mortalmente a dos jóvenes en el Paseo Colón de la capital hispalense en la pasada Semana Santa de 2010, recurrirá en apelación la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 8 argumentando, entre otros aspectos, que no intentó huir del lugar de los hechos una vez tuvo lugar el fatal siniestro.
En este sentido, el abogado de Fernando Vargas ha informado a Europa Press de que, durante la presente semana, presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Sevilla, ya que no está de acuerdo con la pena impuesta por el Juzgado y considera que no hubo omisión del deber de socorro --delito por el que ha sido condenado a un año de cárcel--, puesto que no intentó huir y "había otras personas auxiliándole" en el lugar de los hechos.
Asimismo, en el recurso mostrará su "disconformidad" con el hecho de que "lo condenen a seis meses por circular sin carné de conducir", ya que "él desconocía que se le había retirado el permiso al no habérsele notificado convenientemente el expediente administrativo incoado por este particular", mientras que también considera "desproporcionado" que se condene a su cliente a dos años y medio de cárcel por cada uno de los dos delitos de homicidio por imprudencia grave.
Hay que recordar que las acusaciones particulares que ejercen los familiares de las dos víctimas, Almudena González y Patricia Alfaro, han anunciado que van a recurrir la sentencia, e incluso en el caso de la abogada de Patricia se ha llegado a poner en entredicho la labor desarrollada por el fiscal encargado del caso y su "falta de interés por ejercer las labores propias de su cargo", como fiscal coordinador de Seguridad Vial.
A 100 KILÓMETROS POR HORA
En la sentencia, la juez constata como hecho probado que Fernando Vargas condujo el vehículo de su madre habiendo perdido la vigencia de su carné de conducir y siendo consciente de ello, mientras que también considera probado que el condenado condujo el vehículo sin el permiso de su madre y habiéndole sustraído las llaves del mismo, así como que circuló bajo la influencia de bebidas alcohólicas y a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora, habiéndose saltado dos semáforos en ámbar y uno en rojo.
Finalmente, la sentencia también ve probado que, tras el atropello, el acusado intentó darse a la fuga, aunque finalmente no puedo debido a la avería sufrida en el coche como consecuencia del impacto con las dos víctimas, han añadido las fuentes consultadas por Europa Press.
Durante la celebración de la vista oral el pasado mes de febrero, el acusado aseguró que el semáforo donde tuvo lugar el fatal siniestro, ubicado frente a la Torre del Oro, estaba en verde, que circulaba a 60 kilómetros por hora y que "en ningún momento" vio a las víctimas, pero que cuando sintió el impacto levantó "el pie del acelerador", fue frenando y orillándose a la derecha con el objetivo de parar porque "nunca" se quiso dar a la fuga.
El procesado, que fue recibido a las puertas de la sala de vistas por familiares y amigos de las víctimas bajo gritos de "asesino" o "que lo dejen aquí con nosotros", hizo un relato de lo sucedido el día de los hechos y ha subrayado que "no se saltó ningún semáforo". "Juro que no las vi, no sé de donde salieron, ¿usted se cree que si yo las veo....?, por Dios", contestó a la letrada que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de Patricia Alfaro.