Los elevados niveles de radiación en la localidad de Itate, a unos 40 kilómetros de la central nuclear, habían motivado la recomendación de ampliar la zona de evacuación por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según el análisis de 15 muestras del suelo, la contaminación media de yodo 131 registrada en Itate bajó de 20 megabecquerel por metro cuadrado hasta 7 megabecquerel en los dos últimos días.
Este nuevo valor se encuentra dentro de lo tolerable para los seres humanos, según las normas de la agencia nuclear de la ONU.
Elena Buglova, advirtió de que los niveles de radiación pueden variar todos los días.