La confusión continúa reinando en Misrata a pesar del anuncio de la suspensión de las operaciones militares por las fuerzas leales al coronel Gadafi, y los bombardeos estás últimas 24 horas han causado al menos 30 muertos y más de cien heridos.
Según fuentes de los rebeldes, citadas por las televisiones árabes, Misrata, asediada durante dos meses por las fuerzas gubernamentales, fue bombardeada en la noche de ayer y en las primeras horas de hoy domingo por misiles Grad y obuses de carro de combate.
Las mismas fuentes han señalado que las calles de la ciudad han sido el escenario de combates con ametralladoras entre los rebeldes y las fuerzas gadafistas, especialmente en la proximidad de un hospital y alrededor de una de las escuelas, antes de que reine una calma precaria.
Fuentes médicas citadas por Al Yazira afirmaron que ayer al menos 28 personas perdieron la vida y otro centenar resultaron heridas y aclararon que se trata del peor balance registrado en una jornada en Misrata desde el comienzo de los disturbios en Libia.
Un portavoz de los jóvenes por la revolución del 17 de febrero, precisó a la misma cadena, que entre los muertos en esta ciudad figuran al menos 15 miembros de las tropas revolucionarias, y otros 31 con heridas de diversa consideración.
A primeras horas de la mañana de hoy, otras tres personas han encontrado la muerte en los bombardeos, según las fuentes.
Entretando, millares de personas organizaron una manifestación en el barrio de Zouiyet El Mahdjoub, en la que han pedido a la comunidad internacional protección para la población civil y reclamado armas para los rebeldes, según imágenes difundidas por Al Yazira.
No obstante, el gobierno libio, por medio del viceministro de Asuntos Extranjeros, Khaled Kaim, anunció hace dos días, que las tropas regulares se retiraban de Misrata y dejaban el terreno a las tribus locales para que arreglaran el conflicto "por el diálogo en principio y sino por la fuerza si fuera necesario".
Este anuncio se produjo poco tiempo antes que los rebeldes, que habían retomado la iniciativa sobre el terreno, afirmaran que habían acabado por "liberar Misrata".
Sin embargo, los revolucionarios consideran que el movimiento de las autoridades de Trípoli constituye una maniobra de diversión y un portavoz ha explicado a Al Yazira, que las tropas de Gadafi, que efectivamente se habían retirada fuera de la ciudad, intentaban reagruparse tras "los reveses sufridos en las calles de Misrata".
Las sospechas de los revolucionarios no han tardado en confirmarse, cuando el mismo portavoz del ministerio libio de Asuntos Exteriores, indicó que las fuerzas gubernamentales no se han retirado de la ciudad sino que han suspendido temporalmente sus acciones militares.
"Las fuerzas armadas no han sido retiradas de Misrata. Sólo se han suspendido las operaciones. Las tribus locales están dispuestas a resolver el problema en un plazo de 48 horas. Creemos que esta batalla se tendrá que arreglar pacíficamente y no militarmente", manifestó Kaim en una conferencia de prensa ayer por la noche en Trípoli.
Mientras tanto, los responsables libios parecen querer relanzar la opción diplomática y según la agencia de prensa tunecina TAP, el ministro de Asuntos Exteriores libio, Abdelati El Abidi, atravesó el punto fronterizo de Ras Djedir para dirigirse a Chipre.
Por su parte, la agencia oficial libia Jana indicó que en una conversación telefónica, el primer ministro Mahmoudi El Baghdadi solicitó a su homólogo griego, Georges Papandreu, que haga de intermediario con la OTAN para el cese de los bombardeos aliados.
Empero, los aviones de combate de la Alianza han reanudado sus ataques y según los medios de comunicación libios, varias ciudades, -Trípoli, Syrte, Gharyen, Al Khoms o El Assa-, se han visto bombardeadas y según las mismas fuentes se han producido numerosas muertos y heridos además de grandes destrozos materiales.