La cinematografía mexicana y argentina presentaron ayer en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) a dos de sus realizadores más emergentes, Rodrigo Plá y Ezio Massa, con sendos filmes que plantean cuestiones sociales de actualidad pero divergentes en sus planteamientos y resoluciones.
Un viaje a la llamada Guerra Cristera de México (1926-1929) sirve al uruguayo-mexicano Rodrigo Plá para denunciar en Desierto adentro, su segundo largometraje, la imposición del fanatismo religioso y las consecuencias que acarrea el comportamiento de quien impone su pensamiento como único. Plá se sumerge en la historia de una familia numerosa afincada en la localidad de San Isidro, justo en el momento en el que el Gobierno de Plutarco Elías comienza su particular cruzada sangrienta contra la religión y sus seguidores.
En el caso de Massa, plantea en su filme Villa una historia descarnada y tierna al tiempo, aderezada con raptos de humor y con la pasión futbolística como telón de fondo, que ha ambientado en un suburbio de la capital argentina, Buenos Aires.
A caballo entre el thriller y el documental, Massa ha trasladado a la gran pantalla la mísera realidad de la populosa Villa 21, la costra chabolista que decora el sur de Buenos Aires con la droga, la prostitución y la depravación moral como principales protagonistas.