El presidente de turno de la Unión, el checo Mirek Topolanek, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, han anunciado en una rueda de prensa conjunta ese compromiso contraído por los primeros ministros de Rusia y Ucrania, tras una serie de contactos telefónicos.
“Es una luz al final del túnel”, ha afirmado el primer ministro Topolanek, quien se ha expresado no obstante con extrema cautela sobre los resultados prácticos.
Según han explicado los dos máximos responsables europeos, la presidencia de turno checa y la CE han invitado a representantes de los monopolios estatales del gas de Rusia y Ucrania a una reunión “técnica”, en Bruselas, en la que se decidirán las condiciones del envío de la misión.
Se trata de comprobar a qué obedece la interrupción del flujo de gas ruso que debería transitar por Ucrania hacia Europa.
Según Barroso, que ha hablado en las últimas horas tanto con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, como con la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, ambas partes aseguran estar cumpliendo sus contratos.
“Putin me ha dicho que Rusia proporciona el gas, pero que hay problema de transito por Ucrania; por su parte, la primera ministra Timoshenko me asegura que no hay problema, y que puede enviar el gas, si lo recibe de Rusia”, refirió Barroso.
“Esperamos que Rusia –ha añadido– proporcione el gas a la red ucraniana y que Ucrania no lo esté cortando. Las dos partes nos dicen que aceptan observadores extranjeros para verificar” que es así.