Según indica el Consistorio en una nota, la Delegación de Medio Ambiente ha informado que se ha retirado toda la maleza y numerosos restos de basura. Los trabajos han comenzado por la puerta que da a la calle Santa Clara, abriendo paso con las desbrozadoras "ya que todo era una maraña de vegetación". Otras de las actuaciones se ha centrado en la poda de naranjos, arbustos y árboles, retirando a su vez todas las ramas y troncos partidos, caídos o secos.
Durante las diferentes actuaciones, los operarios de Lipasam y Parques y Jardines se han empleado también a fondo para eliminar las trepadoras, que han crecido de forma "incontrolada" y que estaban "invadiendo a la vegetación más próxima así como a las edificaciones que, por otra parte, se encuentran bastante deterioradas".
Otra zona de actuación se ha centrado en el patio de la torre de Don Fadrique, donde se ha comenzado la poda de árboles y la retirada de ramas de un gran laurel partido. La primera fase del operativo de limpieza ha llegado hasta el suelo del primer patio, que está conformado por zonas de adoquines, cantos rodados y tierra de jardín.
Con el comienzo de las diferentes actuaciones, el delegado de Medio Ambiente, Maximiliano Vilchez, ha señalado que, tras comprobar el resultado del operativo de limpieza "tras diez años sin intervención alguna", se van a llevar a cabo "las gestiones oportunas para que a partir de ahora las actuaciones de limpieza y conservación se lleven a cabo periódicamente todos los meses para evitar que se llegue a situaciones de abandono como con la que nos hemos encontrado".
El convento de Santa Clara, en lo referente a jardinería, como otros conventos sevillanos, se ha venido atendiendo por el personal del Servicio de Parques y Jardines desde hace años. Así se atendía el convento de Santa Paula hasta hace tres años, cuando empezó a intervenir en su conservación una escuela taller. Actualmente solo se atiende el convento de San Clemente, con una frecuencia mensual o bimensual, según sea la demanda, realizando labores de poda y limpieza principalmente, durando cada actuación dos o tres días con una cuadrilla de seis personas.
El Ayuntamiento ha explicado que el convento de Santa Clara se estuvo atendiendo hasta el año 2003 después de que las Hermanas Clarisas lo dejaran. Por aquel entonces la frecuencia con que se atendía era de una o dos veces al mes según necesidades. Las principales labores eran de limpieza, poda, recorte de setos, recogida de naranja y otras propias de jardinería. Los patios que se arreglaban eran los del compás, a la entrada por la calle Santa Clara y la zona de la Torre de Don Fadrique, el resto estaba cerrado ya que correspondía a la parte de clausura.
El Consistorio apunta que "con los diferentes procesos de limpieza y la retirada de numerosos residuos, se han descubierto materiales que se están clasificando ya que podrían tener interés cultural" y ha precisado que el tiempo previsto para la actuación es de cuatro semanas.
