"Me parece muy simple (...) y demuestra muchísimo desconocimiento", ha indicado la vicepresidenta segunda del Consejo Estatal de Estudiantes Universitarios (CEUNE), María José Romero, sobre el propósito del Ministerio de Educación de revisar el criterio del rendimiento académico en la concesión y renovación de becas para que sea "más exigente".
Romero ha lamentado que el ministro no haya convocado al Observatorio de Becas ni al CEUNE como los foros indicados, ha señalado, para tratar este tipo de propuestas.
Las becas universitarias, ha argumentado, "ya están totalmente vinculadas al rendimiento académico", pues hay que matricularse de un porcentaje de créditos "bastante alto" y aprobar al menos el 80 por ciento para renovarlas.
Wert señaló que las becas se han convertido en una asignación "no competitiva", pues basta con aprobar con la calificación mínima el 80 o 60 por ciento de los créditos matriculados por curso universitario, según la carrera, sin que influya si se obtiene un sobresaliente.
Romero ha reconocido que las tasas de rendimiento y de éxito académico universitario no son las que deberían, pero "muchas veces no es solo culpa del estudiante", sino que hay que comprobar la garantía de la calidad de la docencia dada la "gran tasa" de abandono.
Según dijo Wert, el abandono universitario español es del 30 por ciento, el doble de la media europea, y supone que más de 3.000 millones de euros invertidos en capital humano quedan "completamente sin retorno".
"Esto sí que repercute negativamente -ha asegurado Romero- en la financiación del sistema universitario español"
Por eso, ha proseguido- "hay que analizar muy profundamente todo el sistema, no vale solamente decir que a los estudiantes les da igual sacarse un cinco que un ocho, porque eso no es cierto, y que vamos a darles menos convocatorias de examen porque así hincarán más los codos... Me parece -ha rematado- simple, absurdo, demagógico".
El coordinador de Universidades de Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), Raúl Almarcha, ha defendido que la política de becas se equipare a la de pensiones como fundamental, para que sea "estable", sin someterse al "capricho" de los intereses partidistas ni a las situaciones de crisis.
Ha lamentado que siempre se quiera cargar sobre el estudiante los fallos del sistema universitario.
"La propuesta que ha hecho el ministro significa que hay personas que ahora mismo podrían ver dañadas sus ayudas y becas por una mala praxis docente", ha comentado en relación con fracaso académico.
"Sobre todo ahora, con el tema de la crisis, esto nos supondría una vulneración total de la igualdad de oportunidades", ha subrayado.
Sobre una eventual reducción del número máximo de convocatorias de examen para aprobar una materia, ha dicho que podría ser indicador de que algo falla si un alumno tienen que apurarlas todas (entre cuatro y cinco según las universidades):
"A lo mejor no es cuestión del esfuerzo del alumnado y tiene que ver un poco más con lo que es el sistema de evaluación y la transferencia de conocimientos por parte del profesorado".
Por su parte, las Juventudes Socialistas (JSE) han insistido en que las becas son un "derecho" y, como tal, no se compite por ellas.
"Es injusto primar lo académico a lo económico, cuando lo económico influye en lo académico", según JSE.
