Los bomberos de la Diputación recibieron numerosos avisos de que en los campos de melocotón de pueblos como La Rinconada o Brenes se encendieron numerosos fuegos en bidones metálicos para evitar que la escarcha se pegue a la fruta y la estropee, informó a Efe el 112. La “boina” ha sido visible en los últimos días de frío, con temperaturas en torno a los cero grados, pero ayer fue más patente debido a estos fuegos.
El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Luis Fernando López, explicó a Efe que la “boina” provocó ayer que la visibilidad en el aeropuerto fuera de apenas 600 metros.
La capa negra que cubría gran parte de la ciudad se ha formado por una inversión térmica que enfría el suelo más que las capas superiores de la atmósfera, lo que provoca que la polución quede atrapada a pocos metros del suelo, según López.
Con el aumento de las temperaturas durante el día desaparece la inversión térmica y se dispersan los factores contaminantes y el cielo queda despejado, agregó López antes de indicar que la ausencia prolongada de lluvias, que suelen aparejar vientos, hace que no se limpie la atmósfera y aumente la “boina”.
