Así lo ha explicado a Efe el abogado defensor, José Manuel Vicioso, quien ha avanzado que va a pedir la nulidad del juicio ante el Tribunal Supremo, al considerar que el jurado ha fundamentado el veredicto de una forma "muy vaga e imprecisa" a partir de "hechos no demostrados".
El jurado ha anunciado su veredicto esta tarde ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Almería, donde se ha celebrado el juicio desde el pasado lunes.
El fiscal ha solicitado una pena de trece años por un delito de homicidio, uno menos que en la calificación provisional, así como una indemnización de 300.000 euros para el hijo de la víctima, de nacionalidad rumana, al igual que la joven, mientras que el abogado defensor ha pedido diez años, el mínimo establecido por el Código Penal.
Durante el juicio, la joven, Didina C., alegó legítima defensa, al asegurar que la víctima, Vasile Pop, la retuvo en el interior de su furgoneta y la amenazó con un cuchillo.
La víctima había contactado con la prostituta en la rotonda del barrio de Pescadería de la capital almeriense, en la madrugada del 10 de julio de 2010.
Según explicó la acusada, tras acordar un servicio, por el que el cliente no llegó a darle dinero, el hombre hizo caso omiso a sus indicaciones para que parara el vehículo en las cercanías, en alguno de los puntos donde solía trabajar.
Aseguró que el hombre continuó la marcha y cuando tomó la salida de la autovía A-7 ella le pidió en repetidas ocasiones que parara y la dejara bajar, y ante su negativa tiró del freno de mano, momento en el que él la golpeó, tras lo que sacó un cuchillo y le dijo que iba a hacer lo que él le dijera, pidiéndole una felación.
En un "momento de descuido" logró arrebatarle el cuchillo y le pinchó una primera vez para tratar de escapar, pero él la cogió del pelo con fuerza para evitar que pudiera bajar de la furgoneta y ella reaccionó "golpeando al bulto" con el arma blanca, que le atravesó el corazón, según los informes forenses.
A continuación, salió corriendo por la carretera hasta que llegó a una rotonda donde se encontraba la Guardia Civil, a la que contó lo sucedido, según dijo.
Al tirar los zapatos para correr, también arrojó el cuchillo, que no pudo ser encontrado por los investigadores, y que el jurado ha considerado que era suyo, y no de la víctima.
Según el relato del fiscal, la prostituta esgrimió una navaja durante una discusión con su cliente y, "con la intención de menoscabar la integridad de Vasile sin descartar la posibilidad de darle muerte", le clavó el arma blanca por dos ocasiones en el pecho y en una de ellas le "partió el corazón literalmente".
El abogado defensor insistió en que el arma blanca no era de la joven y que ella se vio en una situación de "pánico" en el interior de una furgoneta.
