El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareció ayer ante el Pleno del Congreso de los Diputados para defender los dos decretos ley de ayuda a la banca aprobados por el Ejecutivo, y que fueron convalidados.
En un Pleno inusualmente tranquilo, Zapatero aseguró que la intervención pública tiene por fin “impulsar la actividad económica y la creación de empleo”, porque “nada más lejos de crear una banca pública o sustituir al mercado”. Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, dio su apoyo al Gobierno, pero advirtió que “apuntalar con dinero público el sistema financiero no significa olvidarse de exigir responsabilidades por los errores de gestión y los excesos cometidos”.
El Pleno del Congreso de los Diputados convalidó los dos decretos ley por una amplia mayoría que, además, gracias a los votos de PSOE, PP, CiU, PNV y UPyD no se tramitarán como proyectos de ley, tal y como pedían el resto de grupos (IU-ICV-ERC, CC, Na-Bai, BNG). Así, 320 diputados apoyaron el decreto para la creación del fondo de liquidez para la banca, mientras que cuatro lo rechazaron y sólo uno se abstuvo. Del mismo modo, el decreto que plantea la concesión de avales de hasta 100.000 millones de euros, contó con 321 favorables y cuatro abstenciones.
Zapatero subió al estrado en primer lugar para defender la necesidad de esos dos decretos, en un Pleno en el que no se oyó, en ningún momento, ni una sola protesta por parte de ninguna bancada, algo sin duda insólito en los cinco años de Gobierno socialista. Tras realizar un repaso a los motivos de la actual crisis financiera, Zapatero señaló que la intervención estatal no se llevará a mercados que estén en condiciones de atender satisfactoriamente los intereses generales, porque “nada más lejos de crear una banca pública o sustituir al mercado”.
Al explicar el contenido de los decretos, el presidente afirmó que la habilitación de los créditos necesarios para completar la dotación máxima del Fondo con cargo al Tesoro se incluirá en la tramitación parlamentaria del proyecto de ley de los PGE para el próximo año. Además, aprovechó para anunciar que las primeras operaciones de compra de activos a través de este fondo, que “invertirá en activos de máxima calidad, y se regirá por los criterios de objetividad, rentabilidad, eficiencia y diversificación”, se podrán realizar durante el próximo mes de noviembre, para lo que se aprobará un crédito extraordinario de 10.000 millones ampliables a 30.000.
Según aseguró Zapatero, el hecho de que sean activos de calidad y que lo haga a precios competitivos permite pensar no sólo que el Estado tiene “fundadas expectativas” de recuperar la inversión, sino de, además, “rentabilizar” la misma. En cuanto al segundo decreto, señaló que se avalarán operaciones de financiación que realicen las entidades de crédito residentes en España con un plazo de vencimiento de cinco años. Además, se establecerá un umbral máximo de riesgo frente a una misma entidad de contrapartida y un mismo emisor. Ambas medidas, dijo, tienen por objetivo “reducir la incertidumbre de nuestras instituciones”.
Rajoy: “Estas medidas son necesarias pero no suficientes”
El líder del PP, Mariano Rajoy, comenzó su intervención ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados proclamando: “A grandes males, grandes remedios; grandes males son los que aquejan al sistema financiero y excepcionales las medidas cuya convalidación solicita el Gobierno”.
Rajoy no se privó de recordar la “paradoja” de ayudar al sistema financiero español cuando Zapatero dijo recientemente en Nueva York que era “el mejor del mundo”.
Además, y aunque ratificó que la crisis financiera tiene como origen las hipotecas subprime de EEUU, aseguró que en España se “superpone” una crisis de “la economía real”, que se produce porque “si funciona gracias al dinero de fuera, cuando ese grifo se cierra nuestro sistema productivo se resiente más que ningún otro”.
El líder del PP subrayó que la cuantía total de los decretos ley del Gobierno asciende a “25 billones de las antiguas pesetas” y que “jamás un gobierno en España ha tenido en sus manos semejante poder económico y semejante poder de decisión”, por eso aseguró que el desarrollo reglamentario de los dos decretos debe grantizar que el dinero “se distribuya entre las entidades de criterios de transparencia y equidad”. Pero además, es “preciso que la liquidez penetre en todo el sistema productivo y que los ciudadanos lo noten, porque de otra manera, los españoles jamás sentirán este plan como suyo”, advirtió Rajoy, que recalcó la necesidad de un control parlamentario de esos recursos económicos.
Antes de finalizar, Rajoy destacó que esas medidas “son necesarias pero no suficientes” para atajar los problemas de los españoles, por tratarse de decretos que solucionan la crisis financiera y no los problemas de la “economía real”.
El líder del PP concluyó destacando que las “familias y empresas también esperan un plan de rescate”.
El portavoz de Economía de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, reclamó que el Banco de España elabore una “lista” en la que consten todos los avales que el Estado conceda a la banca, con las cuantía de cada aval y su periodo de validez, y añadió que su grupo reclamará que se cumpla el compromiso de que ninguno de los decretos “va a costar ni un euro a los contribuyentes”.
Desde el PNV, Pedro Azpiazu confirmó el apoyo a los decretos y reconoció la “solidez” de las entidades financieras españolas, aunque advirtió de que “en cualquier momento” podrían sufrir un problema de “envergadura”, porque no son ajenas a la crisis internacional.