Izquierda Unida (IU) ha pedido este miércoles al Gobierno que interceda ante Marruecos para que detenga y ponga a disposición judicial a los agresores del activista saharaui Mohamed Lamin Haidal, que murió en El Aaiún (Sáhara Occidental) el 31 de enero pasado tras ser agredido por "colonos marroquíes".
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el diputado de IU Cayo Lara ha reclamado al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, que haga gestiones ante el vecino alauí para que entregue el cuerpo de la víctima a la madre --que ha protestado manteniendo una huelga de hambre ante el Consulado marroquí en Las Palmas--, después de que se le haga una autopsia independiente, y para que detenga a los agresores.
"Mohamed era un activista joven por la autodeterminación que fue agredido por colonos marroquíes. Reivindicar el derecho a la patria en el Sáhara sigue costándole la vida a la gente", ha denunciado Lara, que ha solicitado también al Gobierno español que reclame a Marruecos que levante "el cerco" que padece en la actualidad la familia de la víctima, a la que Rabat tiene que "indemnizar".
En su respuesta, García-Margallo ha señalado que el joven falleció en el curso de una "reyerta" y pidió a IU que no busque "una deriva política" a este suceso. Además, ha señalado que el fiscal decidió inhumar el cuerpo de la víctima después de que su madre se negara a recogerlo si no se le hacía una autopsia independiente. La investigación sobre este caso sigue abierta, ha añadido.
No obstante, ha informado de que el Gobierno español expresó su pésame a la familia de la víctima y transmitió al Ejecutivo marroquí la "preocupación" que este caso había suscitado en la sociedad española.
El ministro ha sido tajante en cambio a la hora de condenar el "asalto" del Consulado de Marruecos en Las Palmas, cuando simpatizantes saharauis supuestamente entraron por la fuerza en el edificio para protestar en favor de la causa de Takbar Haddi, madre de la víctima y residente en Tenerife.
España ha tomado medidas para que estos sucesos no se repitan, ya que tiene la obligación de garantizar la seguridad de esta sede diplomática de Marruecos, que goza de inviolabilidad según la Convención internacional de Viena.
