Al menos 42 personas han muerto en las últimas semanas por los combates entre paramilitares que buscan controlar amplias zonas de cultivo y tráfico de drogas en el norte del departamento colombiano de Nariño (suroeste), informó ayer a Efe el asesor de paz de la gobernación de esa región, Xavier Hernández.

Según Hernández, desde el 11 de julio hasta el 1 de agosto se registraron en esa zona al menos 42 muertos, principalmente de las mismas bandas paramilitares, aunque también han sido asesinados varios civiles, entre ellos una niña de tres años.

Las muertes se han producido a raíz de los combates entre las bandas de Los Rastrojos y las Águilas Negras por controlar ese territorio, que conecta con la costa Pacífica y por el que “circulan mucha droga y armas”, contó Hernández a Efe.

Las denuncias al respecto han partido de los propios habitantes de la zona en conflicto, ya que ni el Ejército ni la Policía han logrado acceder hasta ahora al lugar de los combates, detalló el asesor de paz.

Explicó que “se supone que hay fosas comunes donde han sido enterrados” los fallecidos, según los testimonios de los pobladores de la zona.