El jefe del Kremlin explicó que este paso es consecuencia de la guerra con Georgia de hace un año por el control de la separatista Osetia del Sur, cuando él ordenó la invasión del país caucásico sin consultar a la cámara alta del Legislativo, como dicta la ley.
“Esto tiene que ver con los sucesos de hace un año”, dijo sobre la “guerra de cinco días” (8-12 de agosto de 2008) en una reunión con los líderes de los partidos representados en la Duma, la Cámara de Diputados, en el balneario ruso de Sochi, en el mar Negro.
Rusia sostiene que su Ejército entró en Georgia tras el ataque georgiano a Osetia del Sur para defender a sus “ciudadanos” –los habitantes osetas a los que Moscú había concedido su nacionalidad– y a las fuerzas de paz rusas emplazadas en esa región desde la guerra de secesión de principios de la década de 1990.
Georgia, a su vez, denuncia que los tanques rusos entraron en Osetia del Sur el 7 de agosto, veinte horas antes del ataque lanzado por Tiflis para frenar una invasión ya en marcha y coordinada con los bombardeos separatistas contra las localidades georgianas de la región.
“No quisiéramos que estos acontecimientos se repitieran, pero, en cualquier caso, todos estos asuntos deben estar reglamentados con claridad”, declaró ayer el líder ruso, según la agencia Interfax.
El proyecto presentado por Medvédev a la Duma busca “crear un mecanismo jurídico que garantice al jefe de Estado la posibilidad de emplear de forma operativa las Fuerzas Armadas fuera del territorio nacional”.
De aprobarse, la nueva norma permitirá el empleo del Ejército fuera del país para “repeler ataques contra las Fuerzas Armadas u otras tropas rusas emplazadas fuera del territorio nacional” o bien para “rechazar o prevenir una agresión contra otro Estado”.
Además, el presidente podrá utilizar el Ejército para “defender a ciudadanos de Rusia fuera del país” y con el fin de “luchar contra la piratería y garantizar la seguridad de la navegación”.