Un palestino de Jerusalén Oriental murió ayer cerca de un control militar israelí en Cisjordania, alcanzado por los disparos de los soldados que vigilaban el tráfico en una zona al oeste de Belén.

Fuentes militares dijeron a Efe que el palestino llegó al control a primera hora de la mañana con dirección a Jerusalén y se detuvo para presentar su tarjeta de identidad.

“Al pedirle inspeccionar el coche el conductor arrancó y una patrulla le persiguió hasta una gasolinera cercana, donde trató de arrollar a uno de los soldados”, explicó una portavoz del Ejército.

“Los soldados activaron el protocolo de arresto y le pidieron detenerse. Al no hacerlo, dispararon primero al aire, después a las ruedas y, al ver que no paraba, al conductor”, agregó la portavoz.

El conductor, que no ha sido identificado, vivía en Jerusalén Oriental pero tenía una tarjeta de identidad israelí, lo que le garantiza el libre acceso al territorio de Israel. El Ejército israelí ha abierto una investigación sobre el suceso para aclarar porqué el conductor se negó a la inspección y si los soldados cumplieron las órdenes pertinentes para este tipo de casos.

DERECHOS HUMANOS

La ONG israelí de derechos humanos Adalah acusó ayer a Israel de haber recurrido al arresto como la fórmula “más fácil y rápida” para reprimir las protestas contra la ofensiva israelí en Gaza de diciembre y enero pasados.

Adalah defiende que la “actitud” ante las manifestaciones de Policía, Fiscalía del Estado, servicios secretos interiores y tribunales fue “muy severa” y “mucho más allá de todo criterio razonable”.