En un tradicional día de otoño gallego, gracias a la tregua ofrecida por la lluvia, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha recorrido este sábado las principales calles de Lugo, sin olvidarse de las tradicionales casetas del pulpo de las cuestas del Parque Rosalía de Castro.
En la que ha sido su primera visita a la ciudad como líder del partido naranja, Arrimadas ha mantenido un encuentro con decenas de simpatizantes y afiliados, entre ellos algunos de los pocos cargos municipales que les quedan en Galicia.
Convencida de que Ciudadanos está sumido en un proceso de refundación por su supervivencia, que culminará a mediados de enero con un congreso, Arrimadas todavía no ha desvelado si optará a la reelección como presidenta.
Por ahora, ha dicho ante los medios de comunicación, están en la fase de "propuestas políticas" y "dentro de poco" vendrán las candidaturas.
Sea como fuere, se ha servido del Hotel Méndez Núñez, a un paso de la Plaza Mayor de Lugo, para hablar con afiliados y cargos del partido en el que es ya el inicio de la precampaña para las elecciones municipales, en las que aspirarán a ser "cruciales", también en Galicia.
Precisamente, en la Comunidad gallega, el partido acaba de arrancar una nueva etapa de nuevo con Olga Louzao como coordinadora autonómica tras la marcha de Beatriz Pino.
Louzao ha sido confirmada este mismo sábado por Arrimadas como candidata a la Alcaldía de Lugo, ciudad que se muestra como uno de los últimos bastiones de Ciudadanos en Galicia tras la sangría sufrida a lo largo del último mandato.
Y es que Lugo es la única de las ciudades en las que el partido mantiene los mismos concejales que obtuvieron en los comicios del año 2019. En los Ayuntamientos urbanos, tan solo les quedan Louzao y Juan Vidal-Pardo en Lugo y Pepe Araújo en Ourense.
Inés Arrimadas, tras una charla celebrada a mediodía, ha caminado acompañada de Louzao por las principales calles peatonales del centro histórico y ha hecho un recorrido por la muralla.
Después, se ha dirigido a la zona de las tradicionales casetas del pulpo, donde una de las 'pulpeiras' le ha ofrecido un trozo de esta tradicional comida, mientras saludaba a algunos viandantes que la han reconocido.